Al menos 82 personas han muerto en la India y Pakistán desde el atentado del pasado 22 de abril contra un grupo de turistas en la Cachemira administrada por la India, en mitad de una escalada militar que continúa dejando víctimas, principalmente en la frontera de esta región.
Buena parte de las víctimas se concentran en torno a la Línea de Control (LoC), la frontera de facto que divide la región de Cachemira y que es escenario habitual de enfrentamientos, agravados desde la masacre contra los turistas, según un balance elaborado por la agencia EFE citando fuentes oficiales de ambos países. Otra parte importante de las víctimas mortales fueron consecuencia de un ataque aéreo el pasado 7 de mayo dirigido por la India.
En el territorio de la India, las autoridades han informado de 49 muertos, entre ellos los 26 turistas asesinados en el atentado del 22 de abril, 15 civiles de los enfrentamientos fronterizos de las últimas dos semanas, un soldado y siete presuntos infiltrados procedentes de Pakistán. El Ejército de Pakistán, por su parte, ha informado de un total de 31 civiles muertos y 57 heridos.
Múltiples explosiones y apagones persistentes
Al menos tres personas han resultado heridas este viernes en un presunto ataque con drones paquistaníes en una zona residencial en la provincia india de Punjab, según ha informado la Policía.
«Recibimos información sobre tres personas heridas. Presentan quemaduras. Los médicos las atenderán. La mayoría de los drones han sido neutralizados por el Ejército», ha señalado a los medios el superintendente de Policía de la localidad de Ferozepur —próxima a la frontera con Pakistán—, Bhupinder Sidhu.
Según testigos de la agencia de noticias Reuters, múltiples explosiones se han escuchado durante la jornada de este viernes en la ciudad de Jammu, en la Cachemira india. También proyectiles por el cielo tras sufrir un apagón.
Por otro lado, fuerzas de seguridad de la India han afirmado que Pakistán ha lanzado ataques con drones contra varias localidades ubicadas en Cachemira que han provocado que salten las alarmas antiaéreas y se mantengan los apagones en algunas ciudades.
Un funcionario de defensa ha indicado a EFE que los ataques se han reportado en las áreas de Samba y Pathankot, en la división de Jammu, sin precisar si se habían producido daños o víctimas, o si habían sido interceptados.
Varios muertos en fuego cruzado
Las fuerzas indias han afirmado este viernes haber frustrado un intento de infiltración, matando a siete presuntos militantes a lo largo de la Frontera Internacional en la región de Jammu, parte de la Cachemira india.
El portavoz de la Fuerza de Seguridad Fronteriza de la India (BSF) también ha asegurado que las represalias destruyeron varios puestos fronterizos paquistaníes. Sin embargo, los residentes locales de Samba, donde ocurrió el incidente, han escuchado fuertes explosiones durante la noche, pero han asegurado no tener conocimiento de ningún intento de infiltración, atribuyendo los sonidos a los bombardeos transfronterizos rutinarios.
Una mujer ha muerto y dos personas han resultado heridas en los intensos enfrentamientos entre las fuerzas armadas de India y Pakistán a lo largo de la LoC en la región de la Cachemira india. Según las autoridades locales, los bombardeos han afectado varias zonas donde residen civiles en la ciudad fronteriza de Uri, ubicada en el distrito de Baramulla, en el norte de Cachemira.
Los testigos y las fuentes policiales han confirmado pérdidas materiales significativas, viviendas derruidas y comercios incendiados. «El sonido de los proyectiles ha sido ensordecedor. Nuestras casas se estremecieron y todo ha quedado destruido, apenas hemos logrado sobrevivir», ha comentado uno de los habitantes desde un refugio parcialmente dañado.
Además, se han reportado ataques aéreos similares en el distrito de Kupwara, en el norte de Cachemira, y en zonas a lo largo de la Línea de Control y la frontera internacional en la división de Jammu, una región de gran importancia religiosa para el hinduismo.
Las autoridades regionales, ante la escalada de tensiones, han ordenado el cierre inmediato de escuelas, colegios y universidades durante los próximos dos días en Jammu y Cachemira. Esta medida ha sido adoptada por el Gobierno de la región tras los ataques nocturnos supuestamente orquestados por Pakistán, lo que ha originado preocupación por la seguridad de los civiles que habitan en estas regiones.
Según fuentes policiales, la mayoría de residentes de zonas que se encuentran en alto riesgo de ataque han sido evacuados o se han refugiado en búnkeres subterráneos construidos para proteger a los civiles de este tipo de emergencias. «Las personas que viven en la Línea de Control siempre han sido vulnerables. A pesar de los acuerdos de alto al fuego, estos ataques y violaciones siguen poniendo vidas inocentes en peligro», han asegurado las fuentes policiales.
La zona vive en las últimas semanas una creciente inestabilidad. El frágil acuerdo, firmado en febrero de 2021, ha sufrido violaciones intermitentes que han dado como resultado continuas tensiones diplomáticas y militares que enfrentan a dos de las grandes potencias nucleares del mundo. Ambas naciones reclaman la región de Cachemira en su totalidad, aunque la gobiernan por partes. Décadas de conflicto han asolado una de las zonas más ricas de la región. Mientras tanto, los residentes a lo largo y ancho de los más de 700 kilómetros de la Línea de Control permanecen en alerta por los ataques que podrían suceder.
¿Por qué es tan importante la región de Cachemira?
¿Qué hace de Cachemira una región tan importante para que ambos países llevan décadas de conflicto por su control?
En primer lugar, por su posición estratégica. La región franquea la cordillera del Himalaya, permitiendo la entrada al subcontinente indio que linda con Pakistán, India y China. Esto le proporciona una centralidad geográfica entre países de gran influencia económica dentro del continente asiático.
También por la fertilidad de sus campos de cultivo que recorren el Valle de Cachemira. Pero, sobre todo, por sus recursos hídricos. Es una región que alberga numerosos ríos y afluentes del río Indo, uno de los ríos más caudalosos de Asia. Debido a las tensiones de la zona, la India ha suspendido unilateralmente el tratado de aguas del Indo, restringiendo el agua fluvial que llega a las zonas agrícolas de Pakistán. El 80% de los cultivos de regadío paquistaníes dependen del agua proveniente del río Indo y sus afluentes.
Por último, su riqueza mineral, energética y textil la convierte en una región importante económicamente. Oro, zafiros, uranio, petróleo y gas se ocultan bajo los suelos de Cachemira.