Uno de los argumentos centrales para justificar la imposición de aranceles contra las importaciones de varios socios comerciales, descansa en el hecho que Estados Unidos tiene un saldo comercial negativo, porque les compra más de lo que les vende. Por ejemplo, el presidente Donald Trump ha dicho “estamos gastando $200,000 millones por año en subsidiar a Canadá.”
Un intento del Washington Post (03|30|25) no pudo identificar todo lo que incluye la cifra de $200,000 millones. Comenzando por el saldo comercial, sobre el cual no hay acuerdo que se trata de un “subsidio,” el año pasado Canadá tuvo un superávit de $45,000 millones en el comercio con Estados Unidos de bienes y servicios, mientras que sólo en el de bienes el excedente canadiense fue de $63,000 millones. Si a esa cifra se agregan los gastos militares, Canadá se queda corto en $43,000 millones. Eso incluye el costo del Comando de Defensa del Aeroespacio Norteamericano y el hecho que Canadá gasta menos en defensa del 2 por ciento acordado en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en contraste con 3.4 por ciento gastado por Estados Unidos. Al sumar el balance comercial canadiense en bienes y el gasto en defensa, el Post estimó que el total representa la mitad del “subsidio” de $200,000 millones y no pudo obtener una explicación del resto.
Pero este retrato incompleto tampoco incluye lo que Canadá hace con los dólares generados por su excedente comercial. Por ejemplo, al final del año pasado Canadá tenía invertidos $379,000 millones en bonos del Tesoro de Estados Unidos y en 2023 tenía invertidos $213,000 millones en bonos corporativos estadounidenses, un total de casi $600,000 millones. Por ende, cabe la pregunta ¿quién está “subsidiando”? y la respuesta es ambos.