El Tribunal Contencioso Electoral analizará este viernes, 21 de marzo del 2025, desde las 18:00, la apelación presentada por la vicepresidenta Verónica Abad al fallo de primera instancia del juez Guillermo Ortega con el cual la sancionó con la suspensión de sus derechos políticos por dos años y una multa económica por supuesta violencia política de género contra la canciller Gabriela Sommerfeld. El ministro de Gobierno, José de la Gasca, le contó a EL UNIVERSO los escenarios políticos que maneja el régimen frente a la resolución que pueda tomar este organismo y que incidirá en sus decisiones relativas a la actividad proselitisma del mandatario Daniel Noboa en la campaña electoral, que se iniciará este domingo, 23 de marzo del 205, y el futuro de Abad.
El Gobierno ha ratificado que el presidente Noboa no necesita pedir licencia para hacer campaña porque no va a una reelección. ¿Ya decidieron cuál figura usará para poder ausentarse?
Lo primero es que el presidente tiene una obligación principal, que es la de gobernar, y también tiene el derecho de ser elegido, es uno de sus derechos de participación. Está claro que nosotros jugamos con las reglas de juego, y eso significa respetar la Constitución y las leyes. Con respecto a esta polémica que surgió respecto a que tenía que obligatoriamente pedir licencia para la campaña, eso ya quedó aclarado en el 2010 con un fallo de la Corte Constitucional en que estableció que en casos como este no era posible hablar de reelección. Zanjado esto, que creo que antes de la primera vuelta fue un punto duro, estuvo esta situación de la ausencia temporal de la señora vicepresidenta Abad, que quedó sin funciones, asumió la secretaria Gabinete, Cynthia Gellibert, así fuimos sorteando, con la ley en la mano, las dificultades para permitir gobernabilidad y que no se retroceda en lo que hemos avanzado. Ya sabemos que existe una agenda clara y un matrimonio indisoluble entre corrupción, crimen organizado, las mafias políticas y la RC. Y, por otro lado, también esta relación entre Verónica Abad y el correísmo. Nada es coincidencia. Estuvo cerca de 80 días sin cumplir el decreto ejecutivo del presidente, lo cual es gravísimo. Tiene una serie de responsabilidades, pero ahora, de repente, se presentó a cumplir extemporáneamente. Cuando tomamos conocimiento oficial lo que hicimos fue derogar los encargos que se le hicieron a la señora Gilbert y restituir en las funciones a la vicepresidenta. Y ahora estamos analizando el contexto fáctico para aplicar el derecho. Sabemos que hay una sentencia del TCE, en la cual se le suspenden sus derechos políticos por unas infracciones graves que denunció la señora canciller Gabriela Sommerfeld, que fue impugnada y se va a resolver hoy. Me parece que eso será capital para efectos de las decisiones que vamos a tomar. Pero lo que sí podemos garantizar los ecuatorianos es que vamos a respetar la Constitución y vamos a asegurar que no se retroceda ni un paso en la lucha que hemos tenido contra el narcoterrorismo y sobre todo garantizar gobernabilidad.
Pero hablemos de escenarios. Digamos que el TCE ratifica la sanción, entonces ella ya no podría ejercer cargos públicos. Entonces perdería la vicepresidencia y tendría que regresar de Turquía porque tampoco podría seguir en la embajada. ¿Qué pasa con ese cargo?
(… ) Lo que ocurriría es que nuevamente estaríamos en una situación de vacío de poder donde se debería aplicar la Constitución y, como hicimos la vez anterior, designar a una persona que asuma la Vicepresidencia en el caso de la ausencia temporal o en este caso ya podría ser permanente. Eso tendríamos que analizarlo. Pero lo que sí estaría claro es que entraría una persona que suceda a Abad. Llenado ese vacío, el presidente estará en la total libertad de actuar como lo hicimos la vez pasada. ¿Qué es lo que nosotros queríamos? Primero, que no exista una distorsión en las reglas del juego y segundo, no incumplir ninguna regla que nos llevara a incurrir en alguna sanción electoral o alguna prohibición que se vaya a interpretar con el irrespeto al uso de recursos públicos. Entonces, a pesar de que no haya la necesidad de licencia, nos cuidamos mucho (…).
¿Cuándo sería ya definitiva?
Ahí habría que esperar a que se cumplan los tiempos. (..) Si bien se le suspenden los derechos, la Constitución dice que para que sea permanente tienen que haber pasado 90 días.
Entonces, hasta que se cumplan los tres meses, designarán a una persona encargada . ¿Será nuevamente la señora Gellibert?
Ya esa es una decisión del presidente.
Y en caso de que sea definitiva ya tendrían que enviar una terna a la Asamblea Nacional para designar una nueva vicepresidente. ¿El presidente tiene ya candidatos?
Yo soy muy respetuoso de esas decisiones que nacen en el fuero interno del presidente y creo que hoy más que nunca tenemos claro que la figura de la vicepresidenta es importantísima al momento de establecer gobernabilidad más allá de las funciones constitucionales. Así que creo que las personas que integren esa terna serán, sobre todo, fieles al proyecto del país, personas que estén mirando al mismo horizonte y no personas que nos estén haciendo la contra o que estén atentando contra el proyecto y que definitivamente entiendan el lenguaje de honestidad y y transparencia.
Y si se ratifica la sanción y Noboa designa una vicepresidenta temporal de su confianza, ¿ya podría irse tranquilo con licencia los 20 días de campaña?
Yo pensaría que sí. Pero repito, es que no se trata de que se vaya o no tranquilo, sino de que tenemos un escenario donde estamos luchando incansablemente contra el crimen organizado transnacional. Aquí el presidente tiene en su deseo, en su convicción, en su pasión, liderar esa lucha. Para eso lo designaron los ecuatorianos. Sí, deberá hacer campaña, definitivamente, es importante, es su derecho además, pero él no olvida su obligación con los ecuatorianos. Yo creo que eso es algo de que rescatarlo. No se trata de un tema de ganar una elección solamente, es poder librar al país de esta narcopolítica.
Vamos al otro escenario. Si el TCE acepta la apelación de la señora Abad ella sigue en funciones como vicepresidenta aunque esté en Turquía y le corresponde reemplazar al presidente. ¿Está descartado totalmente que se ella se encargue del poder?
Encargarle a ella la vicepresidencia sería un error que el país podría pagar muy caro y eso jamás lo vamos a empeñar.
Pero ella es la vicepresidenta en funciones y le toca.
Sí, ella está en este momento como vicepresidenta en funciones, pero está fuera el país. Entonces tendríamos que analizar si ese caso merece llenar un vacío, digamos, físico, para efectos de poder solventar esa situación. Pero aún así hay algunos recursos y caminos que nosotros hemos encontrado dentro de la Constitución que permitirían al presidente perfectamente cumplir sus funciones y continuar en esta línea electoral, sin incumplir ningún tipo de normas y sin exponerse.
¿Cómo cuáles?
Bueno, yo sostengo que el fallo de la Corte Constitucional es bastante claro y exonera al presidente de todas las implicaciones legales derivadas de no tener que pedir licencia, porque ese es verdaderamente el escollo. Entonces, si respetamos la literalidad de ese fallo, podemos encontrar respuestas. Pero permítame guardar un poco de reserva en cuanto a la creatividad de las soluciones jurídicas.
Pero deben resolverlo ya porque la campaña se adelantó un día.
Nosotros vamos reaccionando dependiendo de cómo ocurren los hechos. (I)
Fuente: El Universo