En la ciudad estadounidense de San Francisco, el programa social Ingreso Garantizado para Personas Transgénero (GIFT, por sus siglas en inglés), que establece un pago mensual de 1.200 dólares durante un máximo de 18 meses, prioriza a los beneficiarios negros y de origen latinoamericano, informa el grupo Judicial Watch. Esta fundación conservadora obtuvo más de 1.700 páginas de documentos oficiales de las autoridades de la ciudad de San Francisco relacionados con el GIFT, que fue anunciado en noviembre del año pasado por la alcaldesa de la ciudad californiana, London Breed.
Según se desprende de los papeles, el programa dará prioridad de inscripción a las personas trans y no binarias BIPOC (siglas en inglés para ‘personas negras, indígenas y de color’) que además “participan en el comercio sexual de supervivencia“. Entre otras características para esta categoría de solicitantes que pidan el GIFT, se contemplará si tienen discapacidades, edad avanzada, el sida, ausencia de documentación, si dominan solo el español, antecedentes penales, carencia de hogar o residencia en condiciones marginales.
Los participantes del programa utilizarán tarjetas de débito prepagas debido a sus condiciones de vida, ya que generalmente no se les permite tener cuentas bancarias. Anteriormente se indicó que el programa proporcionará ingresos temporales y varios servicios directos, como atención médica y de salud mental, administración de casos y servicios de atención especializada, así como asesoramiento financiero a 55 personas trans. Al mismo tiempo, los documentos recién obtenidos por Judicial Watch establecen que la inscripción garantizará que los 55 participantes sean en un 66 % BIPOC y que haya “al menos el 30 % de mujeres trans negras y al menos el 20 % de mujeres trans latinas“.
“Estos nuevos e inquietantes documentos confirman cómo, entre otras políticas de extrema izquierda, San Francisco está abusando del dinero de los impuestos para dar dinero en efectivo a individuos basándose en cuotas raciales y transgénero”, ha denunciado al respecto el presidente de Judicial Watch, Tom Fitton. RT
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