El economista chino Gao Shanwen, jefe de análisis económico de la estatal SDIC Securities, ha sido disciplinado por orden directa del jefe del régimen Xi Jinping tras expresar dudas sobre la veracidad de las cifras oficiales de crecimiento económico de China, según informó The Wall Street Journal.
El incidente ocurrió después de que Gao participara en un foro en Washington el pasado 12 de diciembre, organizado conjuntamente por el Peterson Institute for International Economics y un grupo de reflexión chino.
Durante su intervención, Gao señaló que el verdadero crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) chino podría haber sido inferior al 5% reportado oficialmente, situándose en torno al 2% anual en los últimos dos o tres años.
Comentarios que desataron la reacción de Xi
Dos afirmaciones de Gao en el foro provocaron la indignación de Xi, según fuentes cercanas al asunto. En primer lugar, cuestionó la fiabilidad de los datos oficiales: “No conocemos la cifra real del crecimiento de China. Mi especulación es que en promedio, durante los últimos dos o tres años, el crecimiento real podría haber sido de alrededor del 2%, aunque la cifra oficial es cercana al 5%”, dijo Gao, cuyas declaraciones se encuentran disponibles en la página web del Peterson Institute y en YouTube.
En segundo lugar, Gao criticó la capacidad de Beijing para implementar medidas eficaces para impulsar la economía. “Sus esfuerzos para estimular la economía serán muy oportunistas. Al final, no creo que puedan cumplir de manera confiable lo que han prometido”, agregó.
Tras conocer estas declaraciones, Xi ordenó una investigación sobre Gao y prohibió al economista realizar declaraciones públicas por un período no especificado, según las fuentes. Sin embargo, Gao pudo conservar su puesto en SDIC Securities.
Contexto de sensibilidad económica
La respuesta de Xi subraya las crecientes tensiones dentro del gobierno chino respecto a los problemas económicos que han empeorado bajo su liderazgo. La economía de China enfrenta desafíos significativos, como una crisis inmobiliaria que ha eliminado 18 billones de dólares en riqueza familiar, una deuda cercana al 300% del PIB y una capacidad industrial excesiva que amenaza con provocar una espiral deflacionaria.
Ante estos problemas, las autoridades han intentado sofocar las críticas públicas. En diciembre, la Asociación de Valores de China (SAC, por sus siglas en inglés) advirtió a corredores de bolsa y gestores de fondos que sus economistas y analistas deben “interpretar positivamente las políticas gubernamentales” o enfrentarse al despido.
Precedentes de censura
El caso de Gao no es aislado. Según The Wall Street Journal, en 2023, el economista Zhu Hengpeng, de un destacado grupo de expertos en China, fue investigado, detenido y destituido tras criticar la gestión económica de Xi en un grupo privado de mensajería. Otros académicos, empresarios y banqueros también han sido silenciados por expresar opiniones contrarias a la línea oficial.
En una reunión reciente, Cai Qi, jefe de gabinete de Xi, instó a los responsables de propaganda a “fortalecer la gestión de expectativas económicas” para eliminar comentarios negativos sobre el estado de la economía.
Reacciones internacionales y dudas sobre los datos
El castigo a Gao ha generado preocupación entre los inversores internacionales que buscan evaluar el estado real del mercado chino, cada vez más opaco.
Las cifras oficiales de crecimiento del PIB han sido cuestionadas incluso por altos funcionarios chinos. Por ejemplo, el fallecido ex primer ministro Li Keqiang prefería analizar indicadores alternativos, como el consumo de electricidad, los volúmenes de carga y los préstamos bancarios, en lugar de confiar en los datos oficiales.
Además, las autoridades han restringido el acceso a ciertos datos económicos. En 2023, Beijing dejó de publicar las cifras de desempleo juvenil, reanudándolas más tarde con cambios metodológicos que excluyeron a estudiantes universitarios.
Economistas como los de Barclays y Nomura han señalado discrepancias en los datos oficiales, destacando que los indicadores de actividad económica no coinciden con los reportes gubernamentales. Según el gobierno, la economía china creció un 5,2% en 2023, un ritmo que Xi considera crucial para alcanzar su meta de duplicar el tamaño de la economía para 2035.
En sus declaraciones en Washington, Gao indicó que una tasa de crecimiento más realista para los próximos años sería del 3% al 4%, pero afirmó: “Sabemos que la cifra oficial siempre será de alrededor del 5%”.
Declaraciones institucionales
El Peterson Institute for International Economics defendió el derecho de los expertos chinos a participar en debates abiertos. “Las discusiones analíticas basadas en hechos son esenciales para fomentar un mejor entendimiento y políticas públicas más efectivas”, señaló la institución en un comunicado.
Mientras tanto, las tensiones internas y las dudas sobre la transparencia de las cifras oficiales de China continúan marcando el panorama económico del país.
Fuente: Infobae