Su historia es la de un hombre que logró transformar las sombras de su vida en una luz que ilumina la gran pantalla. Samuel Leroy Jackson, nacido el 21 de diciembre de 1948 en Washington, D.C., Estados Unidos, es sin dudas una de las figuras más influyentes y respetadas de Hollywood. Creció en un entorno complicado en Chattanooga, Tennessee, donde, aunque su madre, Elizabeth Jackson, era una mujer amorosa y trabajadora, la familia atravesaba dificultades económicas. Como muchos jóvenes de su tiempo, Samuel se sintió atraído por la rebeldía y la cultura de la calle. Sus años en la Universidad de Morehouse en Atlanta, una institución afroamericana, fueron una etapa de experimentación que agravaron su situación. La cocaína y el alcohol dominaron su vida durante ese período, y aunque su talento era evidente, la adicción comenzó a hacer estragos y a comprometer su futuro.
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