Elecciones Ecuador 2025: la Asamblea Nacional apunta a ser el ring por la polarización

Los ecuatorianos deben elegir a 151 asambleístas. Que la Asamblea Nacional de Ecuador, la segunda función del Estado, se convierta otra vez en 2025 en un ring para las confrontaciones con la Presidencia de la República no sería sorpresa. Lo nuevo sería que esa situación cambie con las autoridades que sean escogidas. ¿Será eso posible?

 

Daniel Noboa, actual presidente de la República y candidato por Acción Democrática Nacional (ADN), lidera la intención del voto con el 32,6%; mientras que Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana (RC), registra un 29,9%, según una encuesta de Comunicaliza. La encuestadora Informe Confidencial indica que Noboa cuenta con un 34% en la intención de voto y González con un 32%.

 

Las dos organizaciones políticas también lideran la intención del voto legislativo. La diferencia es que la RC que se impone con el 24,6% y ADN con el 21,9%, según Comunicaliza.

Mayoría correísta en anteriores periodos de la Asamblea

Marcelo Espinel, subdirector de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD), recuerda que el correísmo ha mantenido una alta presencia en los últimos períodos legislativos. “Quienes no han logrado mayoría en las últimas legislaturas han sido quienes han llegado a la Presidencia. (Lenín) Moreno, tras el fraccionamiento del correísmo, no tenía mayoría en la Asamblea. Y (Guillermo) Lasso, lo propio”, resume.

Prefiere hablar de posibilidades. Ve que tanto ADN como la RC podrían lograr una presencia importante dentro del Pleno.

Juan Manuel Fuertes, analista político y exsubsecretario de Gobernabilidad de Guillermo Lasso, coincide que aún es aventurado predecir el rendimiento legislativo de cada lista con base a encuestas. Pero reconoce que para el correísmo es posible lograr una consistencia entre la votación presidencial y para la Asamblea.

 

El escenario conflictivo en la Asamblea no cambiaría

 

Espinel no descarta que la intención del voto cambie tras la campaña electoral, que inicia el 5 de enero de 2025. “El ecuatoriano ha demostrado que es un votante muy pasional, que puede llegar al día de las elecciones sin un candidato fijo y recién decantarse cuando está frente a la papeleta electoral. Por ejemplo, el mismo caso de Noboa sorprendió a todos, al contar con una gran cantidad de votos que le permitió llegar a la segunda vuelta electoral”, recuerda.

Dice que la sorpresa sería que Noboa tenga “una gran presencia” orgánica en la Asamblea o que exista un tercer actor que logre capitalizar “una buena cantidad de votos”.

Explica que las posiciones ideológicas y políticas de los dos candidatos que posiblemente lleguen a la segunda vuelta (Noboa y González) y de los que resulten como sus asambleístas están contrapuestas. Ve difícil que Noboa, de volver a ser mandatario, llegue a un consenso con una Asamblea liderada por la RC. O que González llegue a un consenso con una Asamblea liderada por ADN.

“Dentro de sus planes programáticos y por cómo han llevado la campaña (no oficial aún), han generado una amplia polarización. Noboa es anticorreísta, algo que no se veía antes, y la RC tiene muchísimas fricciones con Noboa. En el caso que se dé este escenario, que hemos visto en los últimos gobiernos, claramente la relación va a ser muy tensa”, observa.

Es de suponer que si Noboa y González se mantienen como los principales opcionados se podría generar “un resultado interesante” de legisladores, pero eso dependerá en parte de la estrategia político electoral que desplieguen, proyecta Fuertes.

Resalta que el número de asambleístas que acompañe a quien gane la Presidencia de Ecuador influye en la gobernabilidad. “Los parlamentos son el escenario donde se refleja de mejor manera las dificultades de procesar los conflictos políticos y sociales”, indica.

Sin embargo, la Constitución ecuatoriana es hiperpresidencialista y contar con un número importante de asambleístas no anulará la condición conflictiva que caracteriza a la relación del Legislativo y Ejecutivo en el país desde Moreno hasta Noboa, puntualiza.

Tensión saludable, camino poco probable

Nathalie Arias, exasambleísta y académica asociada al Instituto Ecuatoriano de Economía Política, coincide con Espinel y Fuertes sobre los antecedentes históricos de tensiones entre las dos funciones del Estado. Eso conllevó a problemas de gobernabilidad que se exacerbaron en las dos últimas administraciones con la muerte cruzada y la ruptura entre Noboa y la Asamblea actual, apunta.

Arias no ve probable que tras la campaña electoral un tercer candidato destrone a uno de los dos más opcionados y dispute la segunda vuelta. Tampoco descarta que alguno de los menos respaldados crezca en la intención del voto y facilite una mejor representación de su organización política con los legisladores.

“Siempre el ideal será una representación más proporcional de las distintas fuerzas, porque ahí es cuando viene la necesidad del diálogo”, sugiere. Una “aplanadora” o sobrerepresentatividad tampoco es el escenario ideal. Dice que eso “mata el diálogo y el debate. Lo natural y deseable es la saludable tensión entre ambas funciones”, destaca Arias.

El candidato de Construye, Henry Cucalón, dijo a LA HORA que de ser presidente enviará el primer día un paquete de reformas a la Asamblea. Mientras que Francesco Tabacchi, candidato de CREO, indicó que busca contar con una Asamblea madura que escuche y haga lo que quiere el pueblo, y si no lo hacen “que se vayan a su casa”.

Arias ve que Cucalón hace un planteamiento que no responde a una necesidad urgente del país, aunque sí con el sistema institucional. Sobre Tabacchi dice que no corresponde que un presidenciable hable de despachar a legisladores, porque entender el contrapeso de la Asamblea refleja si un candidato es demócrata o no.

Diario La Hora

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