Desde el nacimiento de su primera hija, Índigo, Evaluna Montaner y Camilo han tomado decisiones muy cuidadosas respecto a la privacidad de sus hijos. La pareja ha optado por no revelar la identidad ni mostrar el rostro de sus pequeñas en redes sociales ni en apariciones públicas. Esta decisión se ha mantenido firme con el nacimiento de su segunda hija, Amaranto.
La pareja ha explicado que su deseo de proteger la identidad de sus hijas proviene de un profundo respeto por su privacidad y la intención de brindarles una infancia alejada del escrutinio público. Durante el reality show de los Montaner, en el que participan, han implementado medidas para evitar que las caras de Índigo y Amaranto sean expuestas, reafirmando su compromiso con esta decisión.
Evaluna habló del matrimonio de sus padres
Evaluna y Camilo buscan emular el ejemplo de los padres de ella, Ricardo Montaner y Marlene Rodríguez. Esta pareja ha renovado sus votos matrimoniales cada cinco años, un ritual que consideran fundamental para fortalecer su relación. La venezolana y el colombiano ven en esta práctica una forma de mantener viva la chispa de su amor y construir un entorno familiar sólido para sus hijas.
“Siempre me ha parecido una cosa hermosísima y yo decía que quería aplicarlo también en mi matrimonio. Y justo el año que viene cumplimos cinco años, y creo que eso lo vamos a hacer también. De alguna manera es como que el amor de ellos se renueva cada que hace esa celebración y esa boda. Es un símbolo muy chévere de otra vez decidir ‘yo quiero pasar el resto de mi vida contigo’“, dijo Evaluna.
La relación entre Evaluna y Camilo se caracteriza por su amor y complicidad, lo que les motiva a crear un hogar estable y amoroso. Al priorizar la privacidad de sus hijas y seguir el ejemplo de sus suegros, la pareja no solo busca proteger a Índigo y Amaranto, sino también cultivar un matrimonio que perdure en el tiempo, basado en el respeto mutuo y la renovación constante de su compromiso.
Fuente: El Diario NY
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