Asamblea Nacional le saca el cuerpo a leyes que restarían votos en las urnas

A 70 días de las elecciones generales para elegir a 151 legisladores, la Asamblea Nacional se sumerge en una agenda que ya es electoral y trata de acoplarse a aquellos temas que brindan votos y evade aquellos que restarían simpatías.

La atribución para definir la agenda es de la presidencia de la Asamblea Nacional. Detener o apresurar los proyectos de ley, los juicios políticos o la creación de la universidad de Santo Domingo de los Tsáchilas en tiempo récord sin duda responden a una realidad electoral.

Entre los temas que resultan incómodos para tratarse en las semanas previas a las elecciones está el Código Orgánico de Salud (COS), en el que se tratan cuestiones espinosas, como el aborto y la objeción de conciencia de los profesionales de la salud. Este tema no volverá a tratarse, sentenció la presidenta Viviana Veloz (RC), sino que se trabajará en un nuevo texto; de esa forma, se desconocerá el trabajo legislativo de doce años de debates.

También está el Código Orgánico de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes (Copinna), en el que se tratan temas como la identidad sexual y la publicidad de los niños y niñas o el juzgamiento de los adolescentes infractores, materias que para varios legisladores son espinosas y piden más tiempo antes que el documento pase al pleno.

A eso se suma la constante entrega de condecoraciones a personas e instituciones. Con ello, el salón plenario de la Asamblea Nacional se convierte en un desfile de personas que reciben los reconocimientos y es la oportunidad para las fotografías de aquellos legisladores que buscan ganarse simpatías con sus electores. Los abrazos y promesas no faltan.

En la última semana entregó condecoraciones y otorgó el reconocimiento como beneméritos a los cuerpos de bomberos de cuarenta cantones del país; semanas atrás se hizo lo mismo con otro grupo de casacas rojas. En los textos se reconoce el legado y la contribución desinteresada a la comunidad, la atención a las emergencias y el apoyo en desastres.

Motivados por legisladores de la Revolución Ciudadana, de la provincia de Manabí se otorgó la benemerencia a los cuerpos de bomberos de 18 de 22 cantones; en cambio, de la provincia de Loja se entregó el mismo reconocimiento a los 16 cantones; también recibieron condecoraciones los casacas rojas de Ambato, Salinas, San Miguel de los Bancos y del cantón Mejía, provincia de Pichincha.

El legislador Adrián Castro, de la bancada Acción Democrática Nacional (ADN), objeta que en la agenda legislativa se traten temáticas con mirada electoral, como la creación de la universidad de Santo Domingo de los Tsáchilas, que se aprobó en tiempo récord porque da votos, y que se entreguen condecoraciones a los cuerpos de bomberos diciendo que son beneméritos; en lugar de llamar uno a uno, debería declararse a todos los bomberos del país como cuerpos beneméritos y se acaba el sinnúmero de sesiones.

El oficialista también recuerda que se han traído hasta el pleno orquestas para condecorarlas, pero para los temas de más trascendencia, como el Código Orgánico de Salud, no se abren los diálogos para eliminar “algunas barbaridades y atrocidades” que están en la normativa y aprobarlo. No hay voluntad, anota.

Castro, que representa a la provincia de Azuay, dice que la Asamblea debería tocar todos los temas que necesita el país sin temores al periodo electoral o miedo a perder votos en las urnas, pues resulta muy incómodo para algunos asambleístas discutir el juzgamiento de los adolescentes infractores como personas adultas, ya que algunos sectores defienden que “estos ‘angelitos’ se queden casi en arresto domiciliario”.

Con indignación, Castro asegura que la agenda legislativa no se ajusta a las necesidades, y cita como ejemplo la aprobación de un informe para reformar la Ley de Garantías Constitucionales donde se pone un candado a los jueces que liberan todos los días con habeas corpus a los delincuentes, pero no hay voluntad para tratarlo y esperará en el escritorio de la presidencia hasta que pasen las elecciones.

Jorge Peñafiel, de la bancada Construye, cuestiona que tanto el COS como el Copinna, que son leyes que atienden el tema de la conducta humana y las realidades propias de la gente, como la alimentación infantil, la objeción de conciencia de los médicos, el aborto, la identidad sexual de los niños y los adolescentes infractores, se aplazan en medio de una época electoral.

Afirma que dentro de los propios partidos y movimientos hay diferencias, porque en las mismas bancadas hay gente provida y otros proaborto; otros que defienden la identidad sexual de los niños. Y no quieren entrar en un problema hacia la ciudadanía respecto a sus posiciones personales y posiciones como partido y perder votos.

En la agenda legislativa se dejan de lado temas de trascendencia, pero se priorizan temas que permitirán ganar simpatías y votos en las próximas elecciones: por ejemplo, la aprobación de la creación de la universidad de Santo Domingo de los Tsáchilas, por la que el Ejecutivo y la presidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, se disputaron la autoría, todo por los votos.

La representante de Pachakutik, Carmen Tiupul, dice que preocupa el aplazamiento del debate de temas que interesan a la gente justo a las puertas de la campaña electoral. Añade que para ella es muy importante que se trate el Copinna, porque siempre ha luchado por los derechos de la niñez y adolescencia.

¿Por qué temer el debate?, se pregunta la representante de Chimborazo, quien sostiene que en un debate bien argumentado se puede llegar a una decisión que esté acorde a la normativa constitucional, pero también al sentir de la gente. “Nosotros no estamos de acuerdo y hemos reclamado por qué se suspende este tipo de sesiones importantes”, y “vemos que se están cuidando los resultados de la campaña electoral”.

Tiupul afirma que últimamente se observa que se aplazan o postergan temáticas que podrían restar la popularidad frente al proceso electoral, así como la inestabilidad del Ejecutivo de no respetar la Constitución en situaciones como la de la vicepresidenta de la República y la utilización de bienes públicos en la campaña.

Rafael Dávila, del lado de los independientes, también considera que tanto el COS como el Copinna debieron tramitarse con prontitud, pero él considera que hay legisladores que temen exponer sus posiciones en un momento electoral, porque calculan los efectos y consecuencias electorales y saben que pueden perder votos cuando se tratan ciertos temas, como el juzgamiento de los adolescentes infractores.

Dice que el político tiene que ser auténtico y tiene que expresar con claridad cuáles son sus ideas y sus posiciones sin importar el momento electoral, y la ciudadanía decide si se ajusta a su posición o comparte sus ideas, pero la Asamblea no puede dar la espalda a temas que interesan a la ciudadanía. Esperar a que pasen las elecciones para ahí sí mostrarse no es honestidad ni transparencia intelectual. (I)

Diario El Universo

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