En los últimos años, la figura de Woody Allen ha estado marcada por las acusaciones de abuso sexual que su hija adoptiva, Dylan Farrow, reiteró en 2017. Aunque el director fue absuelto de los cargos en 1993, el testimonio de Dylan reabrió un debate sobre su legado y la complicidad de la industria cinematográfica en general.
A medida que más actores y actrices expresaban su arrepentimiento por haber trabajado con Allen, su carrera empezó a verse empañada por el rechazo de muchas estrellas que, como Drew Barrymore, Michael Caine y Kate Winslet, demostraron públicamente su apoyo a las víctimas de abuso y su desacuerdo con las prácticas del cineasta. Este fenómeno se fue intensificando a medida que fue creciendo la conciencia sobre el abuso de poder en la industria, impulsado por el movimiento #MeToo y Time ‘s Up.
Infobae