El 13 de noviembre, Joe Biden recibió a Donald Trump en la Casa Blanca para iniciar la transición presidencial. Biden y Trump dialogaron a solas durante casi dos horas, y un asunto de Estado fue clave en esa reunión que duró más allá de lo pensado: la crisis de Medio Oriente con las guerras en Gaza y Líbano, además de los 101 rehenes que aún continúan secuestrado por Hamas.
Biden y Trump acordaron que la situación en Medio Oriente era prioridad para los intereses geopolíticos de Estados Unidos.
En este contexto, Biden envió a Amos Hochstein -su negociador para El Líbano- a Beirut y Jerusalén para presentar una propuesta de tregua que debería iniciar cuanto antes. Trump también cumplió con su compromiso: Elon Musk viajó a New York para mantener una reunión reservada con el embajador de Irán ante las Naciones Unidas (ONU).
Hochstein y Musk avanzaron en su cometido.
El premier israelí Benjamín Netanyahu y su colega libanés Najib Mikati habrían aceptado los términos del acuerdo que presentó la administración Biden con el apoyo de Trump. Hezbollah es la organización terrorista que ataca a Israel, y su dependencia con Irán es absoluta. Si Musk no hubiera hecho su parte, la tregua en ciernes sólo sería un espejismo.
El cese del fuego entre Israel y El Líbano consistiría en lo siguiente:
1. En un plazo de 60 días, Israel retira las tropas del sur del Líbano, Hezbollah abandona esa zona de conflicto y el ejército libanés ocupa ese territorio para evitar posibles ataques del grupo terrorista apoyado por Irán
2. Estados Unidos garantiza al gobierno israelí que podrá avanzar -de nuevo- sobre el territorio de El Líbano, si Hezbollah rompe la tregua y ataca -otra vez- a Israel
3. Se crea un comité de seguimiento de la tregua con Estados Unidos y Francia, entre otros países con influencia en Medio Oriente
El gobierno libanés ya habría aceptado los términos de la tregua, y mañana a las 17.30 (hora de Tel Aviv) se reunirá Netanyahu con el Gabinete de Seguridad para tomar una decisión definitiva.
“No hay serios obstáculos para lograr una tregua de 60 días”, sostuvo Elias Bou Saab, titular de la Cámara de Diputados del Líbano.
“La tregua será posible si se garantiza que Hezbollah no vuelve a armarse y no vuelve a atacar israel”, señaló Gideon Sa’ar, ministro de Relaciones Exteriores de Israel.
“El Presidente (Biden) ha estado monitoreando esto muy de cerca. No puedo entrar en detalles, pero puedo decir que las discusiones fueron constructivas. Y creemos que la trayectoria de esto va en una dirección muy positiva”, afirmó John Kirby, asesor de comunicaciones de Seguridad Nacional, durante una conversación con Infobae y otros medios internacionales.
El respaldo de Trump es clave para la tregua que se anunciaría en las próximas horas. Si el plazo del cese del fuego es de 60 días, Trump ya estará en el Salón Oval, y es obvio que no aceptaría un acuerdo en Medio Oriente que pueda complicar sus primeras semanas en la Casa Blanca.
Hace escasos días, se encontraron Jake Sullivan -consejero de Seguridad Nacional de Biden- y Mike Waltz, su sucesor en el cargo. En ese cónclave, Sullivan reveló a Waltz como estaba la negociación que emprendía Hochstein por Medio Oriente.
Y a continuación, Waltz informó al presidente electo Trump sobre los avances en la tregua de sesenta días que se ultima entre Israel y El Líbano. No hubo objeciones en Mar -a- Lago.
Ahora le toca mover a Benjamín Netanyahu, que acuerda con lo principal del cese del fuego que prohibe a Hezbollah continuar sus ataques contra Israel.
Fuente: Infobae