Promover y celebrar el café como bebida, con eventos en diferentes lugares alrededor del mundo, es como se acostumbra celebrar el Día Internacional del Café cada 1 de octubre desde que fue establecido en el 2015 por la Organización Internacional del Café y se lanzó por primera vez en Milán, Italia. En Ecuador no es la excepción, sin embargo, el sector caficultor nacional tiene varias asignaturas pendientes, según indica Pablo Pinargote, gerente general de la Asociación Nacional Ecuatoriana de Café (Anecafe), quien hace un repaso por las necesidade, desafíos y expectativas de los caficultores.
Después de nacer como idea en el 2021, en octubre del 2022 se tenía proyectado el relanzamiento del clúster cafetero del Ecuador, después de que en julio de ese año se pospuso por el paro. ¿En qué quedó esta iniciativa?
Esa iniciativa no ha tenido avances. No se concretó en el sentido de madurar lo que se quería hacer, creo que hubo un par de reuniones nada más, se había invitado a muchos integrantes de la cadena, desde los productores, tostadores, industriales, exportadores y comerciantes, pero de ahí no prosperó más el equipo.
A pesar de que nuestro sector del café es uno de los que cuenta con mayor potencial de desarrollo por las oportunidades que tenemos en este país de microclimas y suelos para producir el mejor café del mundo, hemos tenido muy poco apoyo de los últimos Gobiernos en 20 años y peor aún de los ministros de Agricultura de turno. Lo poco que se ha realizado como motivación al productor e imagen del país es a través de nuestro concurso privado Taza Dorada, en el que incentivamos al productor a producir cafés de calidad para obtener mejores precios.
¿Con la iniciativa de crear el clúster se pudieron constatar cifras del sector, como las hectáreas de cultivos y la producción anual?
No existen cifras oficiales reales del número de hectáreas de producción, de los volúmenes, si bien es cierto el Ministerio de Agricultura tiene unas cifras, nosotros discrepamos con eso, porque son muy diferentes a las nuestras, consideramos que como sector privado, como Anecafé, que Ecuador no produce más de 25.000 hectáreas, el equivalente a cerca de 200.000 sacos.
¿Esa producción alcanza?
No, Ecuador es un país altamente deficitario porque el consumo interno está por encima de los 300.000 sacos, es lo que se toman en las cafeterías en Ecuador, lo que se venden en los supermercados, somos deficitarios con 100.000 sacos y fuera de eso de toda la necesidad de la industria ecuatoriana para poder darle valor agregado y exportar al mundo y todo lamentablemente hay que importarlo de otros orígenes.
¿Creen que esta iniciativa se retome en el próximo Gobierno?
Lo que esperamos como sector privado es que el nuevo Gobierno considere al sector del café como uno de los productos o sectores principales para generar fuentes de empleo rural que tanto necesita este país y en general importantes cantidades de divisas para poder sostener la nación, es lo que consideramos que este sector del café puede hacer y lo único que necesitamos es que se vuelva la mirada al campo y principalmente a nuestro sector, considerando la importancia que tiene, con el apoyo principalmente de créditos a tasas de interés al menos de un dígito y con año de gracia a base del ciclo del café que son mínimo de tres años.
¿Cómo sigue la producción de café de especialidades en Ecuador?
Nosotros con mucho orgullo creo que hemos aportado una de las cosas importantes que se han desarrollado en el Ecuador que es el café de especialidades, gracias a nuestros concursos de la Taza Dorada que ya van 17 años, que es 100 % del sector privado al no tener apoyo ni iniciativas del sector público. Taza Dorada más que todo ha sido un estímulo para los productores y caficultores de crear café de especialidades, darle valor agregado a su café, ya que lamentablemente no pueden incrementar sus volúmenes de producción o productividad, pero sí pueden mejorar la calidad.
¿Cómo va el concurso Taza Dorada en este 2023?
Nosotros tenemos las dos calidades, primero el robusta que va por la octava edición, lo hacemos en la Amazonía porque principalmente existen los mejores volúmenes de café robusta del Ecuador; y el café arábigo que cumple 17 años lo vamos a realizar en los Estados Unidos gracias al esfuerzo del sector privado, la primera fase en Ecuador (del 11 al 14 de octubre) y la segunda etapa en Estados Unidos (del 8 al 10 de noviembre. El 11 de noviembre será la subasta física y la ceremonia de premiación) para poder llevar el café ecuatoriano a una de las vitrinas más importantes de consumo para que compradores internacionales puedan probar, degustar y cada día posicionamos el café ecuatoriano en el mundo, ese es nuestra pasión y nuestro aporte como sector privado a la caficultura del Ecuador.
¿Cuáles son las expectativas del sector cafetero para el cierre del 2023?
Ha sido un año difícil, llevamos muchos años en una caída vertiginosa en las exportaciones, principalmente de café en grano, en este año también llevamos hasta el primer semestre una reducción de las exportaciones de café en grano de cerca del 50 % porque también se movió mucha producción de café, lo poco que existe, pero si de alguna manera ha habido un incremento de las exportaciones de lo que es la industria ecuatoriana a base de su esfuerzo, a su trabajo, a la dedicación; la industria ecuatoriana está de alguna manera volviendo a tener esos niveles de productividad y competitividad para poder competir con otros países desarrollados en café. (I)
Fuente: El Universo