La selección Colombia cerró la fecha 12 de las Eliminatorias al Mundial 2026 con una dolorosa derrota por 0-1 frente a Ecuador en Barranquilla. Un resultado que encendió las alarmas y despertó autocrítica dentro del plantel.
Uno de los jugadores más destacados del equipo cafetero no evitó asumir responsabilidades y reflexionar sobre lo ocurrido. En declaraciones posteriores al partido, el extremo compartió su visión del impacto emocional y técnico del revés sufrido:
”Lastimosamente recibimos un gol muy temprano y eso fue un error muy grande para nosotros, porque anímicamente nos golpeó”, expresó con sinceridad. Esa anotación tempranera por parte de los ecuatorianos condicionó el desarrollo del encuentro, dejando a Colombia en una posición incómoda desde los primeros minutos.
El análisis no se quedó en el golpe anímico, sino que se extendió a los aspectos futbolísticos que deben ser trabajados y corregidos de cara al futuro:
”Hay muchas cosas por mejorar, hay que seguir trabajando, de eso se trata el fútbol y la vida. Nos toca asumir y corregir lo que no estamos haciendo bien grupal e individualmente para lo que se viene y que no pase de nuevo”.
A pesar del tropiezo, el mensaje del jugador reflejó el espíritu de unidad que prevalece dentro del equipo:
”Estamos muy tristes, porque eran dos fechas muy importantes para nosotros. Tenemos que aprender mucho, pero somos una familia que no nos vamos a dejar derrotar tan fácil”, aseguró.
La mención a las dos fechas remite a la reciente derrota con Uruguay, que dejó un sabor amargo en el equipo, considerando que se desperdició la oportunidad de consolidarse en las primeras posiciones. La derrota ante Ecuador amplió esa sensación de frustración, especialmente porque los puntos en casa son vitales en el camino a la clasificación mundialista.
La incapacidad de convertir las oportunidades generadas fue otro tema central en su análisis:
”Si marcábamos un gol hubiera sido más fácil. Tuvimos muchas chances, muchas. El rival nos pegó primero y a nosotros nos cuesta mucho hacer un gol”.
Esta reflexión apunta a un problema que ha acompañado a la selección en el transcurso de las Eliminatorias: la falta de contundencia en el área rival. Aunque el equipo genera opciones, la efectividad frente al arco no ha estado a la altura de las expectativas.
A pesar del revés, la Selección Colombia sigue firme en su objetivo de clasificar al Mundial de 2026. Las Eliminatorias son un camino largo y lleno de obstáculos, pero el llamado a la autocrítica y el compromiso del equipo dan esperanza a una afición que anhela volver a ver a su selección en la cita mundialista.
El desafío inmediato será capitalizar las lecciones aprendidas y mostrar una versión más sólida en los próximos compromisos. El camino sigue abierto, pero cada paso deberá ser dado con la convicción de que los errores de ayer son el motor para el éxito de mañana.(D)
MB
