La presencia de la tecnología en la industria es cada vez más notoria, sin importar si se trata de temas de seguridad, medicina, comercio u ocio. Y la agricultura no es la excepción, sobre todo si de drones se trata, con los que se busca impulsar la llamada ‘agricultura de precisión’.
Una búsqueda rápida de la palabra “dron” en Google muestra lo que probablemente se venga a la mente de las personas cuando se menciona a estos avanzados dispositivos tecnológicos y que, si se pretende usar para sacar fotos o videos, se pueden conseguir en tiendas en línea.
Inicios en Ecuador
Eduarzo Zeas, asesor técnico agrícola de Megadrone XAG, asegura que hay registros del uso de drones en la industria agrícola de Ecuador en 2015.
Mientras que Gustavo Paredes, presidente de AGDRONEC, afirma que desde 2017, se usan drones especialmente diseñados para los campos agrícolas en el país.
Agricultores ecuatorianos observan como un dron es ocupado para asistir en labores agrícolas.Cortesía Agdronec
Estos dos hombres son parte de empresas ecuatorianas que se dedican a dar servicios de drones agrícolas a los productores de Ecuador, cada uno representando distintas marca de origen chino que han creado departamentos enfocados en la agricultura: XAG y DJI.
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“Especialmente en el sector bananero y arrocero la adopción fue muy rápida”, señala Zeas, aunque reconoce que “fue muy difícil convencer a los productores, salir de los métodos tradicionales”.
Paredes, de AGDRONEC, relata que en el primer año de fundación de su empresa, él personalmente visitaba las granjas y haciendas para fumigar con drones de 10 litros de capacidad, que eran “lo máximo en tecnología en esa época”.
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Para tener una idea, los drones de ahora poseen recipientes de hasta 40 litros de capacidad.
Antes de ahondar en capacidades, puede ser necesario retroceder unos pasos para preguntarse por qué podría ser beneficioso ocupar drones en los campos.
Monitoreo de la salud de los cultivos
Daniel Ochoa, director del Centro para la Transformación Digital de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL), señala que “en el caso particular de la agricultura, los drones se emplean para dos cosas”: para ver la salud de un cultivo y para fumigar las plantaciones.
En el primer caso, este académico explica que con cámaras, equipadas en los drones, se hacen “fotografías de infrarrojo cercano, con las que uno puede notar cosas que el que el ojo humano no puede”.
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Estas “cámaras multiespectrales” permiten hacer “una suerte de mosaico del cultivo” con los que, después de hacer cálculos matemáticos procesados por algoritmos de inteligencia artificial, se puede saber cómo está avanzando el proceso de fotosíntesis.
Imagen de la utilización de drones en plantaciones de maíz.Ecuadrones
La visión general de las plantaciones, que se obtiene mediante los drones, permite identificar zonas en las que los aspersores no funcionan bien, o que algo puede estar pasando con el suelo, señala Ochoa.
Para Ochoa “el punto más flaco de la gente que usa drones es que a veces se confían solo de las imágenes de los drones”.
Si bien a su criterio estas no son tan confiables para determinar qué enfermedad tienen los cultivos, permiten hacer un monitoreo visual mejor que el que permiten las imágenes satelitales que, explica, “son difíciles de conseguir en Ecuador”.
Fumigación “de calidad”
Ochoa señala que la fumigación con drones es más minuciosa que aquella que se hace con aviones, disminuyendo la probabilidad de que los productos químicos lleguen a hogares.
Aunque Zeas, de Megadrone XAG, considera que el uso de drones no compite con las avionetas sino que se complementa.
Zeas asegura que con los drones hay una mayor “calidad de fumigación” así como un menor uso del agua.
De manera general, ejemplifica que en una hectárea sin los drones era necesario ocupar 200 litros para aplicar un producto químico, con drones esa cantidad se reduciría a 8 o 10 litros de mezcla.
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Aunque matiza esto al decir que todo dependerá de la incidencia de las enfermedades que las plantaciones podría tener, algo que debe determinar el ingeniero agrónomo que maneja el cultivo.
Esta fumigación de “calidad” es más eficiente mediante tecnologías de inteligencia artificial que poseen los drones, que de manera automática abren los aspersores para atender mejor a una zona, de acuerdo a lo que indiquen las imágenes procesadas por los drones, señala Paredes, de AGDRONEC.
Uso en la Costa y en la Sierra
Tanto desde Megadrone XAG como desde AGDRONEC señalan que Guayas, El Oro y Los Ríos son las provincias que más demandan servicios de drones agrícolas a nivel nacional.
También hay plantaciones de papa en Carchi y de brócoli en Cotopaxi en las que ya se hace uso de drones.
Según indican Raquel Meléndez, ingeniera agrónoma, bioingeniera y máster en protección ambiental de la Universidad de las Américas, en la Costa la topografía más plana permite que la programación de los drones sea más sencilla.
Mientras que el terreno irregular en la Sierra hace que esto sea “mucho más complejo”, porque se debe trabajar en áreas más pequeñas para obtener los resultados deseados.
La capacidad de los drones agrícolas varían de entre 10 a 40 litros, según los expertos.Ecuadrones
Meléndez también indica que, en el caso de los cultivos que se encuentran en los andes ecuatorianos, los agricultores se agrupan para contratar drones agrícolas en conjunto y así abaratar costos.
Como complemento a lo que dice Meléndez, Pablo Moncayo, ingeniero agropecuario con mención en agroindustria, indica que en países como Suiza, Italia o Alemania, que tienen regiones montañosas, se usan drones más pequeños que han demostrado ser más eficientes en geografías irregulares, algo que ya se replica en zonas de Ecuador.
Una adopción urgente
Estos académicos concluyen con la idea de que es necesario que los productores ecuatorianos acepten e implementen estos mecanismos de agricultura de precisión, reconociendo la acentuada migración de la mano de obra de los campos a la ciudad y a que cada vez se deben realizar cultivos en espacios más pequeños.
Además, Moncayo indica que, en la región, hay países como Chile o Brasil que tienen la agricultura de precisión más desarrollada que economías como la de Ecuador, Perú o Bolivia.
Para lograr esto, también sería necesario mejorar la infraestructura de telecomunicación nacional pues, según indica Zeas, al menos los drones de XAG dependen de la conectividad 4G para aprovechar de mejor manera las capacidades de los equipos.
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