Ni guardias ni urbanizaciones cerradas detienen a los delincuentes: segundo robo en urbanización prende las alertas en Samborondón

 

En menos de quince días, una segunda urbanización privada fue blanco de delincuentes en La Puntilla, en el cantón Samborondón. El pasado sábado, un grupo de antisociales ingresó en un automotor para llevarse artículos de valor de cuatro residencias de una ciudadela cerrada situada a escasos metros del viaducto de la Unidad Nacional y de un puesto policial.

Alrededor de las 19:00, antisociales incursionaron en estas viviendas de la urbanización. Se llevaron joyas, cajas fuertes, equipos electrónicos, entre otros artículos de valor.

Según personal policial de ese distrito, se habría dado un “exceso de confianza” de la empresa de seguridad para dejar entrar a los ocupantes del vehículo, sin hacer el respectivo registro, por lo que se indaga la acción de los empleados.

En el pasado feriado, el 3 de noviembre, una primera urbanización ubicada en el km 4,5, junto al segundo puente de Samborondón con Sauces, fue el sitio de otro atraco. Ahí, antisociales ingresaron en dos autos para asaltar en ocho viviendas que estaban desocupadas. También se llevaron pertenencias, dinero en efectivo, cajas fuertes, joyas, documentos personales, entre otros artículos.

Ante estos dos casos que generan afectaciones materiales, entre moradores hay pedidos de reforzamiento de operativos de control y además se toman medidas propias en los complejos cerrados.

Este lunes, en la urbanización del segundo robo se daban análisis de los protocolos de seguridad por parte de una compañía y además había rondas policiales.

Byron Sanmiguel, residente y experto en seguridad, expuso que se deberían incrementar policías, vehículos y motos en el cantón.

En torno a los robos en urbanizaciones, él consideró que se podrían dar por una combinación de factores, como deficiencias en controles de acceso, sistemas tecnológicos insuficientes, falta de coordinación con la Policía y el mismo relajamiento de los residentes.

Aunque hay garitas y vigilancia privada, el experto en seguridad consideró que el control de ingresos en ocasiones no es “riguroso”. “Esto puede incluir falta de capacitación del personal o negligencia”, expuso.

A su vez, detalló que algunos integrantes de bandas podrían estar haciendo vigilancias para identificar casas con poca ocupación, rutinas y fallas en la seguridad; o, en algunos casos, los delincuentes pueden tener complicidad con trabajadores que conocen las urbanizaciones. En torno a ambos atracos, la Policía se mantiene bajo indagaciones de trabajadores de custodia.

Además, en relación con las empresas de seguridad, detalló que las urbanizaciones deberían contratar a compañías que tengan guardias bien preparados, implementar cámaras y equipos que ayuden a mejorar la seguridad y además realizar un censo en los empleados que laboran en las urbanizaciones.

Una residente del sector de La Puntilla, Laura, lamentó que pese a los altos gastos de alícuotas, impuestos y emplear más gastos en guardianía privada no se puede obtener efectividad en la seguridad para prevenir los delitos.

“Estábamos tranquilos con los guardias, urbanizaciones cerradas, pero ahora ni eso detiene a los delincuentes. Estos robos parece que son bien planeados, como para andar robando a varias casas”, relató esta residente de una urbanización.

Ella expuso que debería haber coordinación de la Policía de Samborondón con los distritos de Policía de Guayaquil y Durán, y además con el ECU911, para con los monitoreos de vigilancia dar con implicados en delitos que podrían huir a cantones aledaños y así tener una rápida respuesta ante los hechos delictivos. Además, pidió que se hagan operativos en salidas y accesos.

En días pasados, residentes de la urbanización donde se dio el primer atraco expusieron que se daban acciones de reforzamiento a las seguridades de su ciudadela cerrada, como instalar material blindado en garita, reforzar seguridad y aumentar las cámaras de vigilancia. Asimismo, por cuenta propia, algunos moradores implementan alarmas y más cámaras de seguridad en sus viviendas.

“Es una sensación de inseguridad, impotencia inmensa; el impacto es inmenso. Queda la psicosis de que va a pasar otra vez”, remarcó uno de ellos.

Tras el primer atraco, la Gobernación tuvo una reunión con dirigentes de urbanizaciones de Samborondón para definir acciones, entre esas exigir certificados de capacitación al personal de seguridad, implementar mecanismos de ingreso tecnológico, instalar botones de seguridad en garitas y reforzar control de vehículos sin placas. (I)

Fuente: El Universo

COMPARTIR ESTA NOTICIA

Facebook
Twitter

FACEBOOK

TWITTER