El encuentro de clasificación para la Eurocopa 2024 entre Rumanía y Kosovo, disputado en el Estadio Nacional de Bucarest, se detuvo abruptamente cuando los jugadores kosovares abandonaron el campo, después de que en la grada se escucharan cánticos de “Serbia, Serbia” y se ondearan banderas de dicho país.
El incidente ocurrió en tiempo añadido de la primera mitad, con el marcador igualado 0-0. La situación comenzó con una discusión entre el kosovar Amir Rrahmani y el rumano Denis Alibec, que derivó en una tangana. En ese momento, las provocaciones desde las gradas, incluyendo referencias políticas y mensajes negando la soberanía de Kosovo, llevaron a la reacción inmediata de los jugadores kosovares.
Gestos y advertencias no bastaron para calmar la situación
El portero rumano Florin Nita intentó apaciguar a la afición, pidiendo que cesaran los cánticos. Sin embargo, algunos jugadores de Kosovo respondieron con el gesto del águila bicéfala, símbolo del nacionalismo albanés, lo que intensificó aún más el ambiente.
La UEFA, a través de los árbitros del partido, pidió a los jugadores de Kosovo que regresaran al terreno de juego para continuar con el encuentro. Sin embargo, el equipo visitante se negó rotundamente, considerando que las condiciones no eran adecuadas para seguir jugando.
Este no es el primer incidente entre Kosovo y Rumanía. En un partido anterior entre ambos equipos, se vieron pancartas con mensajes como “Kosovo es Serbia” y se escucharon cánticos similares.
La UEFA investigará el caso y podría sancionar tanto a Rumanía como a Kosovo. Según las normativas, el abandono del campo podría significar la victoria automática para Rumanía, aunque las circunstancias podrían llevar a sanciones más amplias contra ambas partes.
La tensión política entre Kosovo y Serbia continúa teniendo repercusiones en el fútbol, poniendo en evidencia el delicado equilibrio entre deporte y política en la región.
MM