Alexander Balcázar, de 28 años, fue asesinado en la ciudadela Unión Lojana, del cantón Huaquillas, mientras cargaba en brazos a su pequeño hijo de solo un año y dos meses de edad, quien se mantiene con pronóstico reservado al ser alcanzado por una bala a la altura de la cabeza.
Este hecho se registró en las calles Óscar Ugarte y García Moreno, a las 21:13 de este miércoles 6 de noviembre.
La madre del niño, Karen M., volvió del trabajo sin imaginar que encontraría a su pareja sin vida y a su hijo herido. Desesperada, lo llevó al hospital local, donde los médicos se esforzaron por estabilizarlo.
La herida en el pequeño cráneo era crítica, por lo que los médicos decidieron transferirlo a un centro de salud donde brindan asistencia a traumas de mayor complejidad, siendo derivado al hospital Teófilo Dávila, en Machala.
El teniente coronel Álvaro Rocha, jefe policial de Huaquillas, explicó que el diagnóstico del niño es reservado, por lo que se estaban haciendo las coordinaciones para transferirlo a un hospital en Guayaquil.
Según las primeras versiones, Balcázar, quien laboraba en el área de Saneamiento Ambiental del Municipio de Huaquillas, habría sido atacado por miembros de una agrupación criminal.
Eso, de acuerdo con un informe policial, debido a que era considerado ‘informante’ de una banda contraria.
Testigos mencionaron que el hombre estaba con su hijo en brazos, haciéndolo pasear en el exterior de la vivienda, cuando de pronto llegaron dos sujetos a bordo de una motocicleta.
Uno de ellos ejecutó múltiples disparos, sin importarle que estaba el menor de por medio, convirtiéndolo en una víctima colateral.
Tras el ataque, la Policía Nacional desplegó un operativo para dar con los responsables. Varios domicilios fueron allanados y en uno de ellos, en las calles Ecuador y Juan León Mera, se encontraron armas y municiones, además de una motocicleta de placa peruana.
Entre los objetos incautados están una pistola Glock y una Versa, junto con cartuchos sin percutir, ropa y documentos que podrían dar pistas para esclarecer el crimen.
En el lugar de los hechos, las autoridades levantaron cuatro casquillos de bala calibre 9 mm que ahora forman parte de la investigación.
La Policía continúa las investigaciones con su par peruano para poder determinar si es que los asesinos cruzaron la frontera. (I)
Fuente: El Universo