El escenario de cortes de luz de hasta seis horas que vive el país podría estar próximo a cambiar, con lo que volverían suspensiones del servicio eléctrico más prolongadas. ¿Por qué?
Primero, hay que tener en cuenta que la reducción de los horarios de cortes de luz de 14 horas al día a cinco y seis horas diarias que vive ahora el país fue posible porque la demanda de electricidad suele caer en los feriados como el que vivió el país por el Día de los Difuntos y las Fiestas de Cuenca.
Y en esta ocasión el Gobierno agregó un día adicional al asueto, el 31 de octubre, con lo que en total fueron cinco días de descanso obligatorio.
Además, durante esos días, Coca Codo Sinclair, la mayor hidroeléctrica que tiene Ecuador, pudo aumentar su producción, por momentos, debido a lluvias localizadas en la zona donde se ubica, provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos.
Ambos factores permitieron recuperar el nivel del embalse de Mazar, que abastece de agua al Complejo Hidroeléctrico Integral Paute, compuesto por las centrales Mazar, Paute y Sopladora, y que cubre el 38% de la demanda nacional.
Así, a las 08:00 de este 5 de noviembre de 2025, el embalse tocó los 2.116, 13 metros sobre el nivel del mar (msnm).
“Las curvas de demanda evidencian que los feriados son los días en los que menos electricidad se consume, lo que ha hecho que el nivel del embalse suba en unos tres metros respecto del nivel en el que se encontraba la semana pasada”, explica Diego Morales, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Azuay.
Pero, tras el feriado, los ecuatorianos volvieron a sus actividades habituales, lo que ya se refleja en la situación del embalse.
Así, para las 16:00 de este mismo 5 de noviembre de 2024, el nivel del embalse de Mazar ya había caído a los 2.115,8 msnm, evidenciando un cambio en la tendencia, esta vez hacia la baja.
El consultor eléctrico, Ricardo Buitrón, explica que el embalse de Mazar no está en condiciones óptimas, pues el nivel máximo es de 2.153 msnm.
Es más, Buitrón cree que el embalse continuará su caída estos días y volvería a tocar niveles mínimos entre el jueves o viernes de esta semana, dependiendo de la situación hidrológica de las cuencas, con lo que se volverían a los cortes prolongados de luz.
Incluso, las autoridades volvieron a prender una de las turbinas de la hidroeléctrica Mazar este 5 de noviembre de 2024, para poder abastecer la demanda. Eso, pese a que el viceministro de Electricidad, Fabián Calero, había informado el 31 de octubre de 2024, que no se usaría esta central hasta que el embalse se recupere a los 2.125 msnm.
Sin Colombia, mientras la nueva generación está retrasada
Para sostener por más tiempo una reducción de cortes de luz tan drástica, de cinco o seis horas diarias, sería necesario que se den tres factores que, por ahora, no se observa que puedan ocurrir, añade el presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Azuay.
El primero es que llueva en una magnitud mucho más grande que lo que se ha visto los últimos días. Si bien hubo fuertes lluvias en Cuenca este 5 de noviembre de 2024, con granizo y riesgo de desbordamiento de los ríos que finalmente son los que alimentan al embalse de Mazar, eso no es suficiente.
“Haría falta que llueva durante cinco o seis horas diarias durante dos semanas” para recuperar el embalse de Mazar, dice Morales.
El segundo factor que tendría que darse es que se concreten las nuevas contrataciones de generación eléctrica adicional del Gobierno, un objetivo que tiene retrasos.
Así, aunque la llegada de motores por 50 megavatios para Quevedo se esperaba que entreguen electricidad desde el 5 de noviembre de 2024, esta generación llegará en una o dos semanas recién al país, según ha dicho el viceministro de Electricidad, Fabián Calero.
Y, tercero, que Colombia pueda vender electricidad a Ecuador. Pero ese país dijo el 28 de octubre que no retomaría la venta de electricidad a Ecuador. Ahora el gobierno ecuatoriano gestiona la compra directa de electricidad a empresas colombianas, pero eso requiere la aprobación de una normativa interna por parte de Colombia.
Dado que esos factores no se han dado hasta ahora, “hay una probabilidad bastante cierta de que pueda darse un incremento de los horarios de cortes de luz”, añade Morales.
Y hay que considerar que luego de los feriados, dice Morales, suele darse un efecto rebote; es decir, se produce un incremento de la demanda por fuera de lo normal, lo que seguramente consumirá de manera más rápida el embalse de Mazar.
A merced del clima
Si se agota el embalse de Mazar, el país quedaría dependiente de lo que pueda generar la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que no tiene embalse y depende del caudal del río.
La sequía también es más severa en noviembre y diciembre de 2024 en la zona de la Cuenca de Paute, donde se hallan tres hidroeléctricas (Paute, Mazar y Sopladora) que abastecen el 38% de la demanda nacional.
El caudal de esta cuenca estuvo por debajo de los 20 metros cúbicos por segundo (m³/s) a las 16:00 de este 5 de noviembre de 2024.
Y en lo que va del mes ha sido de 35 m³/s, cuando usualmente el nivel de agua es de 150 m³/s en promedio mensual en época de lluvias.
Para el consultor eléctrico Ricardo Buitrón, las condiciones climáticas adversas se mantendrán hasta marzo de 2025.
Fuente: Primicias