Las guayaquileñas Ana y Margarita llegaron a la terminal Río Daule, en el norte de Guayaquil, este viernes, 1 de noviembre, para retirar su tarjeta La Guayaca. Las mujeres, que se habían registrado hace más de una semana, eran unas de las 100 personas que estaban en diferentes filas para realizar tanto el proceso de retiro como el de inscripción.
En el sitio se hacían con normalidad los registros al sistema, sobre todo a adultos mayores que llegaban desorientados al sitio para tratar de acceder a los beneficios, principalmente el de mantener en $ 0,30 el pasaje. Se prevé que próximamente el pasaje en el sistema suba a $ 0,45 para quienes no tengan la tarjeta.
El registro para obtener el plástico se puede hacer en el sitio web www.laguayacagye.com.
La Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) informó que hasta el 22 de noviembre se efectuará la entrega de tarjetas. Hasta la mañana del miércoles 30 de octubre el Municipio contabilizó 141.000 personas registradas, con el 60 % de las solicitudes aprobadas, es decir, más de 80.000. En general se habían entregado a esa fecha unas 60.000 tarjetas.
La entidad señaló que la fecha de aplicación de una nueva tarifa está en evaluación según la cantidad de usuarios que retiren la tarjeta, ya que el objetivo es que todos los beneficiarios puedan contar con ella para acceder al aporte social que permitirá mantener la tarifa congelada.
“Por favor, ustedes que son adultos mayores solo deben acercarse a las ventanillas de la Metrovía con su tarjeta de tercera edad, que se les ayuda con el reemplazo de forma directa”, repitieron varios guardias que estaban guiando a los abuelitos desorientados.
Las otras filas eran de 50 y 100 personas, había más de cinco mesas con dos asistentes cada una para realizar los trámites de registro y entrega de la tarjeta La Guayaca.
Igualmente, las filas también se veían del otro lado de la estación, ahí había decenas de personas haciendo fila para embarcarse a las unidades. Los usuarios decían que continuaban pagando $ 0,30, algunos sí tenían la tarjeta nueva, otros no la habían sacado y ni lo habían intentado.
En medio de las filas, no faltaron las quejas por el servicio actual por parte de los usuarios del sistema Metrovía.
Katty Gómez, residente de Samanes, indicó que son muchos los aspectos que se deben mejorar, pero sobre todo se necesitan más unidades, porque las personas van muy apretadas, no solo en las horas pico.
“Pregúntele a cualquiera, la Metrovía es fatal, muy llena, el olor de todo el mundo se te pega encima; llegar aquí, a la terminal, en hora pico es lo peor, las filas, la espera, los olores, debe haber más unidades”, comentó.
Otras situaciones que expusieron los usuarios de este servicio fueron los temas de seguridad, limpieza y servicios alternos que se brindaban en las paradas y terminales.
Henry Lara, quien se movilizaba hacia el centro de la urbe, manifestó que el servicio no se da con calidad, ya que la limpieza es deficiente tanto en las unidades como en las paradas.
“Las unidades saben estar sucias, rotas algunas partes del mobiliario, descuidadas, se nota que no se realiza un buen mantenimiento y eso es muy grave, el pasajero es el que tiene que estar soportando olores, lastimarse con los plásticos rotos, bajándose en cualquier paradero para esperar a otra unidad porque en la que venía se averió, esperar en medio del tumulto de personas, a expensas de que le metan la mano al bolsillo”, confesó el hombre.
Incluso hay servicios complementarios que están dañados, por ejemplo, las pantallas que avisaban sobre las unidades en camino ya no sirven, están apagadas.
“Uno podía ver la lista de las próximas unidades en camino, ahora nada, ahora hay mucho más retraso de los alimentadores y articulados, creo que le falta mucho para que se modernice la Metrovía. Vemos en otros países los articulados y se ven muy bien, tienen una limpieza y orden únicos”, detalló. (I)