Natividad Sotomayor padece de psoriasis desde hace dos años. Primero le aparecieron ronchas, luego fueron sarpullidos y granos en el abdomen y espalda hasta que se propagó al resto del cuerpo.
Ella asiste periódicamente a sesiones de luminoterapia para apaciguar la aparición de estas molestias. El pasado martes, ella recibió cremas y pastillas para seguir su tratamiento.
Esta enfermedad se suele presentar con lesiones enrojecidas, con escamas y gruesas, en zonas de codos, rodillas y zona baja de la espalda, las áreas de extensión o donde hay mayor sufrimiento de traumatismos.
“Es una enfermedad inmune, es una base inmunológica donde se activa y produce daño propio a la piel, nuestro sistema de defensa se altera por algún motivo que sigue siendo desconocido y ataca su propia piel, presentando estas lesiones”, explicó María Belén Andino, dermatóloga del hospital Luis Vernaza,
Ante los recientes apagones debido al estiaje que afronta el país, Natividad siente más estrés y además el calor causa mayores molestias. Suele percibir la necesidad de rascarse los brazos y otras partes del cuerpo por la percepción de hormigueo y picazón, y esa situación ha derivado en la presencia de más granos en la piel.
Antes mitigaba esta situación con el aire acondicionado para refrescarse la piel. “Por el calor como que se me quiere brotar más (la enfermedad)”, apuntó.
Por esta situación actual, en recientes semanas, ella ha acudido tres veces al hospital Luis Vernaza a realizarse sesiones de luminoterapia, que usa rayos ultravioletas, para reducir la inflamación y crecimiento rápido de células de piel.
Esta enfermedad es incurable, pero con el seguimiento de especialistas y tratamiento se pueden mitigar sus síntomas.
Beatriz Morán, otra paciente de 70 años, también ha sentido que las manchas rojas por la psoriasis le han aparecido más en la piel.
En el actual escenario de racionamientos de hasta catorce horas, ella convive con mayor estrés por no poder realizar sus actividades diarias, como cocinar alimentos, distraerse con la televisión y también tener su ventilador o aire acondicionado encendido para tener la piel en buenas condiciones.
“Uno se siente ansiosa y eso le dispara la psoriasis, si no estoy ocupada me pongo a pensar en los problemas también y me estreso más”, refirió.
Ahora debe usar un abanico en su casa para tratar de paliar los síntomas. Temporalmente, por recomendación de una doctora particular usa cremas en el día y en la noche.
Andino expuso que en sus consultas no hay un incremento en la cantidad de pacientes, sino que los que suelen asistir ahora van con mayor frecuencia por los síntomas. Antes lo hacían cada dos a tres meses y se manejaban con mayor tiempo de espera entre las consultas y terapias.
Anteriormente en las sesiones de luminoterapia se registraba la asistencia de diez pacientes y ahora acuden de 20 a 25 cada semana, es decir, ha sobrepasado el doble.
Ella expuso que los factores externos pueden influir mucho en la activación de una enfermedad de causa genética. La alimentación es un factor importante para promover el brote de psoriasis, además de ciertos virus. “El ambiente lo que hace, como que esto sea muy repetitivo y crónico o que dure mucho tiempo la enfermedad”, expuso.
En ese sentido, ella explicó que las condiciones actuales, tanto por estrés, a causa de la situación económica y ambiente de calor, pueden exacerbar los cuadros y los pacientes asisten a terapias, como fototerapias, para bajar el proceso inflamatorio. La sofocación genera picazón, y esto, las lesiones en la piel, dijo.
“Cuando no teníamos los problemas el paciente se sentía más cómodo o es más fácilmente controlado que cuando tiene el problema de exacerbación con el calor”, expuso la doctora.
En el hospital Vernaza, los pacientes asisten a consultas, se los deriva a un examen de ser necesario y se les hacen terapias a largo plazo con fototerapia y medicación necesaria (cremas, lociones o pastillas), con seguimientos regulares cada dos a tres meses.
Quienes padecen de psoriasis deben evitar traumatismos, sacarse las costras o engrosamiento al momento de tenerlas en la piel, mantener el cuidado con cremas humectantes para hidratar las zonas afectadas, jabones suaves, además del aseo diario con cuidado.
En el entorno de apagones, la especialista Andino expuso que en caso de carecer de agua, usar toallas de tela para limpiar la piel, y tratar de buscar un ambiente fresco, abrir ventanas para tener ventilación o visitar sitios con climatización, como centros comerciales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que recordó el pasado 29 de octubre el día de esta enfermedad inflamatoria crónica, expone que este mal suele aparecer antes de los 40 años aproximadamente en las tres cuartas partes de los pacientes y antes de los 20 años en una tercera parte de ellos. La evolución natural de la enfermedad suele ser crónica, con remisiones y exacerbaciones intermitentes. (I)
Fuente: El Universo