Corea del Norte se jactó el viernes del nuevo misil balístico intercontinental que probó esta semana y afirmó que era “el más poderoso del mundo”, una afirmación que expertos externos consideraban pura propaganda después de determinar que es demasiado grande para ser útil en una situación de guerra.
Un misil lanzado por Pyongyang el jueves voló más alto y permaneció en el aire durante más tiempo que cualquier otra arma que el país haya disparado hasta ahora. Pero expertos extranjeros calculan que la prueba no demostró que Corea del Norte haya dominado algunos de los últimos obstáculos tecnológicos pendientes para poseer misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) funcionales que puedan alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
Infobae