Los precios del crudo se desplomaron más de un 5% antes de reducir las pérdidas durante la sesión asiática del lunes, tras conocerse que Israel había evitado atacar las instalaciones petrolíferas o nucleares de Irán en represalia por el ataque con misiles balísticos del 1 de octubre. Los medios de comunicación estatales iraníes informaron de que su producción de petróleo funcionaba con normalidad.
La limitada operación militar alivió la preocupación por una posible guerra total en Oriente Medio, que podría haber provocado una importante interrupción del suministro de crudo.
Michael Brown, estratega de investigación de Pepertone en Londres, escribió en una nota: “Podría tratarse de una situación similar a la de abril, en la que ambas partes han salvado un poco la cara y las tensiones podrían empezar a remitir, aunque sólo sea a corto plazo”.
“De ser así, cabría esperar una reducción de la prima de riesgo del crudo y que los alcistas perdieran una de sus escasas fuentes de apoyo, sobre todo teniendo en cuenta que las perspectivas de la demanda siguen siendo bastante sombrías”.
El contrato de Brent de enero cayó un 4,06% a 72,56 dólares (unos 67 euros) por barril, mientras que el contrato de West Texas Intermediate (WTI) de diciembre se desplomó un 4,42% a 68,63 dólares (63,44 euros) por barril a las 08:00 CET. Ambas referencias cayeron a sus niveles más bajos desde el 1 de octubre.
Las preocupaciones económicas priman
Los precios del petróleo llevan fluctuando entre factores alcistas y bajistas desde principios de año. Las débiles perspectivas de la demanda, en medio de la ralentización económica de China, han estado lastrando los mercados petroleros, aunque el conflicto de Oriente Medio había eclipsado las preocupaciones económicas y amortiguado la caída de los precios.
En abril, los precios del crudo retrocedieron bruscamente desde máximos de seis meses en medio de las conversaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás, mientras las tensiones geopolíticas se relajaban temporalmente. El ataque con misiles de Irán a Israel a principios de este mes supuso la última escalada del conflicto en Oriente Próximo y disparó los precios del petróleo.
Ahora, los factores económicos vuelven a impulsar los precios del crudo. Durante el fin de semana, los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de China revelaron que los beneficios industriales del país en septiembre cayeron un 27,1% interanual, el descenso más pronunciado desde la pandemia.
Un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) indicó que se espera que la demanda de petróleo crezca sólo a la mitad de ritmo en 2024 y 2025 en comparación con 2022 y 2023, debido principalmente a un descenso de la demanda china.
El informe afirmaba: “China está apuntalando la ralentización del crecimiento, representando alrededor del 20% de las ganancias mundiales tanto este año como el próximo, frente a casi el 70% en 2023″.
La OPEP aumentará su producción
La OPEP y sus aliados se reunieron el 2 de octubre y acordaron continuar con su plan de aumentar la producción a partir de diciembre, aunque la organización subrayó la necesidad de que algunos miembros realicen nuevos recortes para compensar el exceso de producción.
El grupo prevé aumentar la producción en 180.000 barriles diarios y reducir gradualmente sus recortes voluntarios, en vigor desde finales de 2022. La OPEP+ ha recortado la producción en un total de 5,9 millones de barriles diarios, el 5,7% de la demanda mundial.
La OPEP+ también revisó a la baja sus previsiones de demanda de petróleo para 2024 y 2025 a principios de este mes, proyectando un aumento de 1,93 millones de barriles diarios en 2024, por debajo de la estimación anterior de 2,03 millones de barriles diarios. Esta rebaja también se atribuyó a la transición de China hacia la energía verde.
Fuente: Euronews