El Nacional empezó el partido con intenciones de hacer respetar su localía, mostrándose activo en ataque con centros aprovechando la banda derecha para luego enviar centros al corazón del área de Orense. Los bananeros en cambio buscaban bajarle los decibeles al duelo y a El Nacho, que era más rápido en las transiciones para llegar al arco de Rolando Silva. La primera acción de peligro la tendrían los visitantes que por medio de Pedro Pablo Velasco estrellaron un gran disparo lejano en el horizontal del arco defendido por David Cabezas.
El juego en tierra también se vio condicionado (tanto en traslados como en conducciones) por el deplorable estado del césped del Estadio Olímpico Atahualpa, que perjudicó a ambas escuadras. Por momentos, el lateral derecho Kevin Peralta encontraba espacios en el carril derecho para enviar traslados hacia zona de peligro pero el dispositivo defensivo del cuadro machaleño repelía todos los intentos del carrilero. Los dirigidos por Marcelo Zuleta clicaban presión constante sobre la última linea de Orense Sporting Club, cuyos jugadores tenían dificultades para girar.
El partido se reanudó con reacción inmediata del Bitricampeón, que ingresó tres cambios para buscar aumentar su volumen de juego a nivel ofensivo, que surgieron efecto en los primeros quince minutos del encuentro pero que se fueron diluyendo con el paso del tiempo. Al 65’ Alejandro Cabezas y Jorge Ordóñez se perdieron una doble ocasión prácticamente bajo palos, donde lograron empujar el esférico para empatar el duelo. Orense respondió a este acadio refugiándose cerca de su área y tratando de quemar tiempo para calmar a ‘los rojos’.
El Nacional con las revoluciones al máximo salía rápidamente en las transiciones para adelantar lineas y encerrar a los bananeros que no daban su brazo a torcer, e incluso encontraba espacios a la contra fácilmente, debido a que los jugadores quedaban atrás en el golpe a golpe. Entrado el encuentro en el cuarto de hora final, los locales se toparon con un entramado táctico que les dificultaba entrar por el carril interno de la cancha, obligándolos a jugar por las bandas y por lo consiguiente perder el esférico de forma improductiva.(D)
MB