la gran mayoría del sector productivo, a excepción de ciertos gremios vinculados al turismo, se vieron sorprendidos por el decreto ejecutivo 438, donde el presidente Daniel Noboa dispuso suspender la jornada laboral del 31 de octubre para los sectores público y privado.
Aunque en el decreto no se hace mención a la crisis energética, este coincide con la necesidad de reducir el consumo de energía.
Según el artículo 2 del decreto 438, la jornada de trabajo suspendida será recuperada en el sector público a través de una hora adicional durante los días laborales siguientes.
Se dispone durante la suspensión de la jornada laboral la provisión de servicios básicos y aquellos que por su importancia deben mantener activos, como los de salud, bomberos, terminales terrestres, terminales aéreas, terminales fluviales, servicios bancarios, entre otros.
Este medida no fue consultada con los gremios industriales y es vista como un golpe adicional a una producción ya lesionada por los apagones.
Así, por ejemplo, ante pregunta de LA HORA, Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (Cipem), que engloba a las principales fuerzas productivas del sur del país, dijo que la medida decretada por el ejecutivo es complicada porque lo que más se necesite este momento es trabajar, con la poca luz que existe.
«Podría generar un beneficio extra en el sector turístico, pero ante la falta de luz, tampoco es que el sector turístico puede estar activo todo el día. Al ser una decisión en la cual no tuvimos conocimientos sino que hasta que se publicó el decreto, realmente la preocupación es alta por los gastos que se generarían para mantener activas las industrias en ese día», acotó Robalino.
Según la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, la suspensión de la jornada laboral del 31 de octubre es de obligatorio cumplimiento para las empresas privadas porque es una declaratoria de día feriado a través de un decreto ejecutivo.
Sin embargo, Carlos Barrionuevo, abogado y académico asociado del Instituto de Economía Política del Ecuador (IEEP), recalcó que las empresas privadas sí puede trabajar ese día, pero siempre y cuando se pacte de muto acuerdo con los trabajadores
» Obligatoriamente el empleador deberá pagarle a los trabajadores el recargo del 100% de la jornada por concepto de horas extraordinarias. Es decir, deberá pagar doble por ese día a los trabajadores», puntualizó Barrionuevo.
Así, una industria ya golpeada por más de un mes de apagones, y que ya ha visto mermada su liquidez, ahora tendrá que pagar el doble por seguir produciendo durante el feriado decretado del 31 de octubre.
En este contexto, la medida del Gobierno no favorecerá a una economía ya en crisis.
«Estos cortes no han permitido producir a casi todos quienes trabajamos y lo que ha tocado hacer es buscar las horas de energía, así sea fuera del horario común para trabajar. Entonces, en vez de darnos la oportunidad de trabajar más, nos la quitan. No hay plata para irse de paseo el 31 de octubre», añadió.
Por su parte, Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, apuntó que desde ese gremio observa con preocupación esta decisión (feriado forzoso del 31 octubre, especialmente en un contexto de crisis económica y recesión que exige, más que nunca, actividad y producción.
«En estos momentos, nuestro sector necesita estabilidad para trabajar, generar empleo y contribuir al desarrollo económico, y consideramos que las medidas deben enfocarse en reactivar el dinamismo productivo del país», recalcó González.
Diego Vivero: El Turismo se puede beneficiar, pero la razón de fondo del feriado es reducir el consumo de electricidad
Diego Vivero, presidente de la Asociación de Restaurantes de Pichincha, aseguró que la canciller, y otros miembros del gabinete de Noboa, afirman haber hablado con el sector turístico, con los hoteleros antes de emitir el decreto.
«Realmente con los resturanteros no hablaron; pero si hay que dejar claro que esto responde evidentemente a una crisis energética. La crisis del Turismo es otra cosa. Que a estas alturas se tome una decisión en este sentido no es por un acuerdo específico para mejorar los números del turismo, sino para poder bajar de alguna forma el consumo de energía eléctrica», explicó Vivero.
El presidente de la Asociación de Restaurantes de Pichincha dijo que está tratando de hablar con el Gerente de Quito Turismo para buscar una fórmula de promocionar la ciudad y que la gente venga
«El feriado anterior dejó claro que mucha gente decidió no salir, y quedarse en casa, porque evidentemente no contar con luz en los destinos turísticos desincentiva los viajes», matizó.
Además, Vivero añadió que es «realmente agotador estar cambiando de estrategias de acuerdo a cómo amanecen las lluvias en el Austro». (JS)
Diario La Hora