El agua de diferentes marcas que la venden embotellada en todo el mundo y la de los grifos de algunas partes de China y Reino Unido fueron examinadas por investigadores, revelando que contenían sustancias PFAS, conocidas como los ‘químicos eternos’ porque no se descomponen en la naturaleza y son altamente dañinas para la salud.
Los componentes químicos PFOA y PFOS, dos de los tipos de PFAS más estudiados por su efecto en la salud humana y por su uso prolongado en la industria, fueron encontrados en el 99 % de las muestras de agua embotellada que provenían de 15 países de todo el mundo y que se venden en la mayoría de las ciudades de Reino Unido y China, según el estudio publicado este jueves en la revista ACS ES&T Water.
Para la investigación, científicos de la Universidad británica de Birmingham, la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur y la Universidad de Hainan, estas dos últimas de China, adquirieron 112 botellas en varias tiendas locales de 87 marcas con diferentes envases, como plástico y vidrio, con o sin gas.
Resultados
De acuerdo con el informe compartido por la Universidad de Birmingham, en el agua de origen mineral natural se detectaron concentraciones más altas de PFAS en comparación con el agua purificada, aunque generalmente estaban por debajo de las recomendaciones de las agencias reguladoras.
Mientras tanto, los investigadores no observaron ninguna diferencia importante entre las concentraciones en botellas de plástico o vidrio, así como entre el agua con o sin gas.
Con respecto al suministro de grifo, examinaron 41 muestras provenientes de distintos hogares de Reino Unido y 14 de la ciudad de Shenzhen, en China. Esto reveló que el líquido de los hogares chinos tiene una concentración de PFOS que supera el nivel máximo de contaminantes, según los estándares de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
¿Qué son las PFAS?
Las PFAS, o ‘químicos eternos’, son sustancias que se han utilizado en la industria desde la década de 1940 en diferentes formas. Gracias a sus propiedades repelentes al agua y a las manchas, se pueden encontrar en productos como espumas contra incendios y sartenes antiadherentes, así como en productos de cuidado personal como maquillaje y esmalte de uñas.
Debido a su lenta descomposición en el medio ambiente, estas sustancias llegan a acumularse en el cuerpo humano y pueden vincularse con distintos problemas de salud, aumentando el riesgo de padecer cáncer, alteraciones en el sistema inmunológico y trastornos hormonales. RT
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