Un policía en servicio activo deberá cumplir medidas alternativas luego de haber sido detenido mientras conducía un vehículo que había sido reportado como robado.
Su detención se dio el pasado 19 de octubre, mientras los uniformados de las Fuerzas Armadas realizaban un control de operaciones en Manta.
En esa intervención, uniformados detuvieron la marcha y solicitaron documentación del automotor. En este chequeo, el chofer presentó papeles que referían que el automotor era de otra persona. Pese a que afirmó que era suyo y estaba en proceso de traspaso, no pudo justificar la compra, sostuvo la Fiscalía.
Luego, al darse la revisión respectiva, además se verificó que el auto tendría reporte de robo, por lo que el policía fue aprehendido.
Durante la audiencia, el fiscal presentó el parte policial informativo y de aprehensión, el informe de reconocimiento del lugar de los hechos, las versiones del procesado y de los agentes que participaron en el procedimiento, el acto de evidencias encontradas y documentación que demuestra que el automotor había sido robado el 5 de agosto.
En su presentación el fiscal sustentó su pedido de prisión preventiva ya que el servidor policial tendría un proceso previo con una sentencia de cinco años de prisión por delincuencia organizada, pendiente de apelación.
Tras la diligencia, el juez del caso dictó presentaciones periódicas diarias y prohibición de salida del país para el servidor policial.
Por ahora, el uniformado es procesado por el delito de receptación. Este delito puede acarrear sanciones de seis meses a dos años de prisión, según el artículo 202 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). La instrucción fiscal se extenderá por 30 días. (I)
Fuente: El Universo
