En los últimos tres años, en Ecuador, más de 400 personas han sido rescatadas de redes de trata de personas. La mayoría son mujeres, quienes son vendidas o explotadas sexualmente.
El reporte policial detalla que las jóvenes eran obligadas a acudir a fiestas y ser grabadas teniendo relaciones sexuales. Actualmente, las víctimas están en una casa de acogida. Sin embargo, este no es el primer caso en el que las islas Galápagos son el epicentro de delitos sexuales.
Los Burdet Cedeño producían pornografía infantil en Galápagos
En 2004, un tribunal impuso una condena de 25 años de cárcel al matrimonio Burdet Cedeño; una pareja de las islas Galápagos sentenciada por drogar a niñas con cocaína y marihuana para abusar sexualmente de ellas.
El juez valoró los testimonios de seis niñas menores de 14 años y los informes médicos, demostrando que el matrimonio formado por Jorge Burdet y Marina Concepción Cedeño administraba las drogas a las menores en canguil y en las pizzas.
Los testimonios de las víctimas coincidieron con los análisis del médico Eduardo Sandoval, entonces jefe de toxicología del Instituto Nacional de Higiene, quien analizó la sangre y la orina de las niñas, de las casi 50 que sufrieron los abusos de la pareja.
Sandoval aseguró sentirse horrorizado porque también encontró cocaína y tranquilizantes en la bebé que fue violada por Burdet con apenas tres meses de vida, enfatizando que no había visto nada semejante en sus 21 años de trabajo en el instituto.
Jorge Burdet y Concepción Cedeño, ambos de 43 años, fueron condenados por quinta vez, ya que ya tenían una condena de 25 años de prisión por abusar de su sobrina de 10 años, pero anteriormente habían sido castigados en otros procesos judiciales.
El caso Burdett Cedeño tuvo incidencia en la aprobación a la Ley Reformatoria al Código Penal (2005) que tipificó a la pornografía infantil, la trata de personas con fines de explotación sexual, el turismo sexual y el abuso sexual como delitos.
Colectivos piden investigar la trata y delitos sexuales en Galápagos
Tras el operativo de rescate, del 26 de septiembre de 2024, el colectivo Magma afirmó que en Galápagos se conoce sobre casos de trata con fines de explotación sexual, lo cual “afecta, sobre todo, a niñas y adolescentes de nuestra comunidad”.
El colectivo detalló que “no existen políticas para la prevención y protección de las menores”, señalando que el Ministerio de Educación “no se entera de lo que pasa en sus aulas”.
Magma no es la única organización que ha alertado de estos delitos en Galápagos. El organismo ECPAT International ha advertido que el archipiélago es vulnerable a las redes de trata de personas, por la cantidad de turismo y las bajas políticas de supervición sobre turismo sexual u otros delitos.
Además, debido a la alta presencia de visitantes, se dificulta supervisar el tráfico migratorio, situación que se agrava por la falta de recursos para monitorear adecuadamente los movimientos de personas en las islas. Las adolescentes, en particular, están en riesgo de ser explotadas sexualmente debido a su vulnerabilidad socioeconómica.
Magma agrega que la violencia de género representa el 26% de las noticias de delitos en Galápagos.
Y es que los delitos sexuales son denunciados, pero tardan en ser procesados, ya que no hay una Fiscalía especializada en las islas. Un caso de esta violencia es el de una turista oriunda de Polonia quien denunció que fue violada en Galápagos, en medio de un recorrido turístico.
Ocurrió el sábado 2 de septiembre de 2023. Tras el abuso sexual, la turista relató que llamó a la Policía, pero que tardó en llegar.
“Quise entregar mi ropa a la Policía como prueba de lo que ocurrió, pero me dijeron que no tenían cadena de custodia y no la tomaron”, relató la turista.
Ante esto, los colectivos exigen que Galápagos tenga una Fiscalía especializada en delitos de género y que se amplíen las investigaciones sobre delitos sexuales.
Diario La Hora