El subteniente Cristhian Morales, asesinado en Guayaquil, fue recibido como héroe en su tierra Pelileo

Una conmovedora cadena de honor fue formada por habitantes de Pelileo en Tungurahua y miembros de las Fuerzas Armadas para recibir el féretro que contenía los restos del subteniente Cristhian Morales.

El cuerpo llegó cerca de las 22:00 del martes 8 de octubre al sector El Tambo, donde los militares cargaron el ataúd hasta la Casa de la Junta del Campesinado, en el barrio El Tambo, donde se realizó el funeral.

Detrás de ellos, sus padres Marcos y Leticia lo acompañaban, apoyados por familiares y amigos.

Cristhian Morales Amán, de 25 años, era un militar en servicio activo que fue asesinado la noche del 7 de octubre, mientras cumplía labores de vigilancia en el poliducto Pascuales-La Troncal.

El ataque armado se produjo a las 23:45 del lunes, cuando el subteniente de ingeniería del Ejército vigilaba las instalaciones del poliducto, ubicado en Pascuales, parroquia urbana de Guayaquil.

Justo a la altura del poliducto, el subteniente detectó la luz de un motor. Al acercarse, fue recibido a balazos por hombres armados.

Dos de los disparos impactaron en su cuerpo, mientras los atacantes escaparon del sitio. Según fuentes militares, los asesinos estarían vinculados al tráfico de combustible y los están buscando.

Regresó como héroe
El ataúd fue trasladado desde Guayaquil hasta el aeropuerto en Latacunga, cubierto con la bandera de Ecuador.

“El Ejército perdió a un gran hombre, murió cumpliendo su misión de defender al país. Los criminales apagaron su vida, pero la huella del subteniente quedará por siempre. Lo recordaremos como un soldado de honor. Falleció un soldado, pero nació un héroe”, expresó el comandante de la Brigada Patria, Edison Achig.

Marcos Morales, padre de Cristhian, agradeció los honores y mencionó que nunca pensó que el cariño que sentían por el Ejército y la Patria les sería arrebatado de esta manera.

“Solo quiero que busquen a estos malditos que acabaron con la vida de mi hijo”.

Marcos Morales, padre del militar asesinado.
Sonia Guato, habitante de Pelileo, lamentó que la delincuencia le haya arrebatado la vida al joven militar. “No asimilamos su muerte. Siempre amó al Ejército y al país y se va como un grande”, agregó el padre con profunda tristeza.

Fuente: Primicias.

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