La base de datos ‘Stop the Harm’, que recopila estadísticas de los servicios médicos relacionados con el cambio de sexo infantil, ha visto la luz este martes. En ella se reúnen todos los tratamientos de reemplazo hormonal, bloqueadores de pubertad y operaciones en centros quirúrgicos estadounidenses desde el año 2019 hasta 2023.
Las cifras revelan que, en total, se realizaron 5.747 cirugías infantiles de cambio de sexo, que 13.994 menores recibieron tratamiento médico por disforia de género y que se prescribieron 62.682 recetas para bloquear las hormonas de la pubertad en el transcurso de cuatro años. El estudio se basa en información de pacientes confirmados que se sometieron a una intervención entre los 0 y los 17 años.
La herramienta creada por ‘Do No Harm’ proporciona información sobre las intervenciones realizadas en los 50 estados de EE.UU. y mapea los hospitales que actualmente realizan transiciones, así como los principales proveedores que facturan estos tratamientos, al tiempo que presenta la «docena sucia»: una lista con los 12 hospitales infantiles que procesaron la mayor cantidad de operaciones, encabezada por el Hospital Infantil de Filadelfia.
‘Do No Harm’ es un programa que representa a un grupo de profesionales de la salud, enfocado en contrarrestar las tendencias de la ideología de género y de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el campo de la práctica clínica. «El lanzamiento de la base de datos ‘Stop the Harm’, se suma a nuestra misión de exponer los peligros de la medicina de género pediátrica experimental y poner fin a esta práctica», afirmó el Dr. Stanley Goldfarb, presidente del programa.
«Las mentiras del conglomerado médico»
El proyecto ‘Stop the Harm’, el primero de este tipo, busca exponer datos que, «representan la punta del iceberg» del problema, según Goldfarb. «Este es el primer paso para responsabilizar al sistema médico por participar y, a menudo, promover, intervenciones médicas depredadoras y no científicas en niños vulnerables», agregó.
La información, que va dirigida a familias, pacientes y responsables de las políticas clínicas, se difunde también para concientizar sobre la aplicación de tratamientos irreversibles en menores. Desde el año 2019, las prácticas lucrativas de tratamiento trans en menores de edad han recolectado al menos 119 millones de dólares, siendo los estados que más contribuyen a este negocio California, Nueva York y Washington.
El programa cuenta con el apoyo de Chloe Cole, una joven activista de 18 años que se sometió a una transición de mujer a hombre a los 12 años, que un año después recibió bloqueadores de pubertad y que a los 15 se sometió a una mastectomía doble. La joven ha dejado de ser transexual y se ha convertido en una defensora en contra de la ideología de género. «Este nuevo proyecto de ‘Do No Harm’ demuestra las mentiras del conglomerado médico y de los políticos radicales que aseguran que casos como el mío son raros», sostiene Cole, que defendió a miles de niños que, según ella, «están siendo tratados como conejillos de indias para experimentos médicos no probados». RT
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