Desde hace cinco días, Antonio está sumido en el desconsuelo por el deceso de su yerno Anthony Valentín Sevillano López, padre de su nieta de un año y seis meses. Su pesar se agigantó tres días después, tras el deceso de sus vecinos: Óscar Rodríguez Romo y Henry Jaime Guerra, quienes murieron en las mismas circunstancias: asesinados a tiros. Todo, dentro de una ola de violencia criminal que, el pasado sábado cobró la vida de 18 personas, en menos de 24 horas, entre Durán y Guayaquil, cantones pertenecientes a la Zona 8 (incluye además Samborondón).
Los dos hechos de sangre que acabaron con la vida de las tres personas anteriores son parte de los 29 crímenes registrados desde el 18 al 24 de septiembre en el cantón ferroviario, cuyas calles se han convertido en escenarios violentos desde el pasado 28 de junio, fecha en que fue asesinado un integrante de una organización criminal. En lo que va del año, Durán registra 214 asesinatos.
Aunque no deja de causarle angustia el asesinato de una persona, Jaime, vecino de Antonio y de las tres víctimas mortales de la última semana, confiesa que ya no le provoca asombro, pues en el sector donde reside desde hace 18 años, en la cooperativa Los Helechos, a diario se registran crímenes generados por dos organizaciones delictivas: Los Chone Killers y Los Latin Kings, motivados por la disputa de territorio para la droga.
“Ahora hay que andar con mucho cuidado, no salir en las noches y en el día evitar dar ‘papaya’. Al yerno de mi vecino lo mataron porque pensaron que era de una banda. Le subieron la camisa, le revisaron el cuerpo y aún así, verificando que no tenía tatuajes alusivos a una organización, le dispararon. Lo mismo pasó con los jóvenes asesinados cerca de mi casa, les dieron bala solo porque los vieron afuera”, contó Jaime.
Antonio recuerda que la madrugada del miércoles 20 de septiembre, Anthony de 21 años, regresaba a su vivienda desde su trabajo en una pollera y que se movilizaba, como de costumbre, en su bicicleta. “Se vino a la casa porque le dijeron que no había trabajo, que no habían llegado los pollos. A dos cuadras lo abordaron dos tipos en moto y lo revisaron de pies a cabeza. Aunque no le encontraron ninguna marca alusiva a una banda, le dijeron “toma por si acaso” y le descargaron un tiro en la cabeza y otros dos en el cuerpo. Mi yerno quedó sobre la calzada. A los hombres que mataron el sábado los conocí porque crecieron en el barrio. Esa noche conversaban en una esquina, eran chicos sanos”, sostuvo el morador.
Horas antes del crimen de Óscar y de Henry, ambos de 35 años, en este mismo cantón, en la avenida Jaime Roldós Aguilera, delincuentes en moto interceptaron un bus, que movilizaba a varias personas que regresaban del sepelio de un hombre asesinado dos días antes en la cooperativa Elsa Bucaram y le dispararon a cuatro personas. Una de ellas falleció a consecuencia de los tiros.
A las 20:00, en un negocio ubicado en las calles Sibambe y Ferroviaria, centro de Durán, fue acribillado a tiros Miguel Mera Córdova. Moradores trataron de salvarle la vida subiéndolo a un patrullero, pero todos los esfuerzos fueron inútiles, murió camino a la casa de salud.
Casi a la misma hora, en la cooperativa 2 de Mayo, sujetos a bordo de un vehículo arremetieron contra Kevin Vargas Pérez, de 21 años, y su padre José Vargas Castro. El menor de los baleados murió.
Siete horas antes de estos sucesos, en la ciudadela El Recreo 2 fue baleado un adolescente de 17 años, quien murió en una casa de salud. Estos hechos de sangre son los que mantiene en vilo a la población durandeña.
Diana, quien reside en la cooperativa 2 de Mayo, confiesa que cuando escucha los tiros, toma de la mano a sus hijos y se mete en el cuarto de al fondo. “Esta gente está más armada que la Policía, usan fusiles y esos tiros pueden traspasar una pared”, comentó con preocupación.
En Guayaquil se vivió una similar jornada violenta, entre la mañana y noche del sábado 23 de septiembre.
Uno de los hechos ocurrió cerca del parque Stella Maris, en la cooperativa Sandino 4, Guasmo sur, donde José Holguín Alvarado fue interceptado por dos sujetos en motocicleta, quienes le disparan a él y su hijo menor de edad. En el lugar de los hechos, agentes de Criminalística recogieron 30 indicios balísticos, calibre 9 milímetros.
Fuente: Expreso