El ‘napuccino’ o ‘coffee nap’ vuelve a convertirse en una tendencia de moda por sus promesas de mejorar la productividad y rendimiento, combatiendo la baja de energía.
A pesar de que el término surgió en 2010, los científicos hablan más a menudo de esta técnica que busca minimizar el riesgo de quedarse dormido más de lo pensado y, a su vez, aumentar los beneficios de la siesta que podrían aportar a la renovación de energía. En consecuencia, la idea se convierte en una corriente de moda, que tiene sus propias reglas para que se use de manera más eficaz.
¿Por qué se llama ‘napuccino’?
El ‘napuccino’, también conocido como ‘coffee nap’, es una unión de palabras inglesas ‘nap’ (siesta) y ‘capuccino’ (un tipo de café). Este término determina una manera estratégica que implica beber café e inmediatamente tomar una siesta corta para maximizar los efectos estimulantes de la cafeína.
El punto clave es que la cafeína es capaz de bloquear una sustancia química natural adenosina, que tiene efectos sedantes e inhibitorios sobre la actividad neuronal, por lo tanto, cuando la cafeína consigue disminuir el sueño realmente es porque bloquea algún receptor de adenosina.
«Junto con otros efectos físicos, la cafeína bloquea un compuesto llamado adenosina para que no se acumule en nuestro cerebro», explicó Siobhan Banks, el científico de la Universidad del Sur de Australia. «Este reduce la velocidad de activación del cerebro y nos ayuda a conciliar el sueño», agregó, esclareciendo que en cuanto uno se duerma, se retira rápidamente para que luego se pueda comenzar el día con más energía.
La duración óptima de siestas
Sin embargo, los científicos advierten que el intervalo perfecto para una siesta es de 20 minutos, ya que, en este período de tiempo, aunque uno todavía no entra en una fase de sueño profundo, ya se siente bastante descansado. Además, uno de los estudios recientes indicó que incluso siestas más cortas, de tan solo seis minutos, son suficientes para mejorar el rendimiento de la memoria.
Todo el proceso de desintegración del café hasta llegar al cerebro dura unos 20 minutos y para entonces el cuerpo ya habrá empezado a sentir el efecto de la bebida. «El café despierta, pero tarda un rato en actuar, de 20 a 30 minutos. Con lo cual, hay que elegir el momento en el que cae la energía, entre las 14 y las 15, tomar un café, ir a dormir, poner la alarma a la media hora, el café empieza a actuar y seguís de largo», comentó Diego Golombek, especialista en sueño.
Por otro lado, las siestas de más de 30 minutos son desaconsejables, puesto que durante este período de tiempo ya se puede entrar en una fase de sueño profundo que tienen que durar al menos 90 minutos, y, es más, hacen que sea más difícil conciliar el sueño por la noche. Asimismo, pueden causar inercia del sueño, una sensación de desorientación, disminución del estado de alerta y aturdimiento después de despertarse.
El mejor momento del día para ponerlo a prueba
La mayoría de las personas comienzan a experimentar una sensación de cansancio y una caída en su estado de alerta unas 8 horas después de despertarse. Por lo tanto, si uno se levanta a las 6:00, la siesta debería iniciar alrededor de la una o las dos de la tarde para que pueda dar un beneficio adicional de no alterar la fase circadiana del ciclo sueño-vigila, que es una de las razones por las que los médicos desaconsejan las siestas.
¿Cómo se comprueba su eficiencia?
Si bien no se han realizado numerosos estudios en torno al tema, los existentes apuntan el hecho de que esta práctica es eficaz.
Así, un estudio en el que se involucraron 12 individuos demostró que los participantes que tomaron 200 miligramos de cafeína y luego durmieron una siesta de 15 minutos antes de ser sometidos a una prueba de conducción que duraba dos horas, sintieron un 91 % menos de sueño al volante que aquellos que no siguieron la misma rutina.
Del mismo modo, un estudio sugirió que una combinación de siestas más cafeína es el método efectivo para los trabajadores de turno de noche, ya que los ayudó a renovar la fluidez verbal y otras habilidades cognitivas.
Posibles desventajas
Los médicos recuerdan que es importante considerar que el consumo excesivo de café puede tener efectos negativos en la salud. Así, beber más de tres tazas de café al día está vinculado al riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la presión arterial, y un deterioro cognitivo más rápido en adultos mayores, además de que provoca inquietud, ansiedad, temblores musculares, entre otros problemas.
Los expertos opinan que depender del ‘napuccino’ para aumentar los niveles de energía puede generar dependencia de la cafeína, lo que puede afectar negativamente la salud y el bienestar con el tiempo. RT
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