La canciller de México propone una “ceremonia de desagravio” para encauzar las relaciones con España, mientras que el Gobierno de Sánchez presenta una queja formal por la exclusión de Felipe VI de la toma de posesión de Claudia Sheinbaum.
La tensión diplomática entre México y España sigue en aumento. Por un lado, el Gobierno de Pedro Sánchez ha presentado una queja formal ante México por no invitar al Rey Felipe VI a la toma de posesión del nuevo Ejecutivo latinoamericano. Por el otro, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, ha propuesto normalizar las relaciones de su Gobierno con España tras la celebración de una “ceremonia de desagravio” con México.
Según medios españoles, el Ministerio de Asuntos Exteriores convocó al embajador de México para manifestar -a través de una “nota verbal”- su queja por el desaire al monarca, a raíz del cual el Ejecutivo decidió no enviar representación a la investidura de Claudia Sheinbaum, la que se convertirá en la primera presidenta de México.
Aunque José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, aseguró que quiere conseguir “las mejores relaciones con un pueblo hermano como es México”, también subrayó que defenderá a todas las instituciones españolas, “empezando por la más alta, la jefatura del Estado”.
Albares no ha comentado la propuesta de Bárcena, lanzada durante una rueda de prensa desde la sede de la ONU en Nueva York, de celebrar una “ceremonia de desagravio” para solucionar el conflicto. Allí, la canciller mexicana añadió que “este no es un tema reciente (…) Tiene que ver con una carta que el presidente envió a España en 2019″.
Las relaciones entre ambos países se enrarecieron en marzo de 2019, cuando Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y de abuelo cántabro, envió una carta al Rey Felipe VI, en la que pedía que “el Estado español admita su responsabilidad histórica” por las “ofensas” de la colonización de América “y ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan”.
Fuente: Euronews
