El ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, ofreció la tarde de este lunes, 23 de septiembre, una conferencia de prensa en las instalaciones del Ministerio de Energía y Minas, en el norte de Quito, donde actualizó la situación hídrica y energética del país.
Durante su intervención, Goncalves pidió disculpas por la demora en la entrega de información sobre los cortes de energía que se registraron este lunes, aludiendo a un tema personal de salud que lo mantuvo fuera del país hasta la madrugada de hoy.
“Hoy día no les tengo buenas noticias”, comenzó el ministro, advirtiendo que la situación energética es crítica y que el Gobierno se encuentra trabajando para enfrentarla.
El problema principal que mencionó el ministro es el nivel crítico del embalse de Mazar, un componente fundamental del sistema energético nacional.
Goncalves explicó que mantener el embalse de Mazar es clave para controlar los cortes de energía. Según indicó, cuando el nivel del embalse baja de 2.110 metros se pierde el control sobre el mismo, lo que podría resultar en el cierre de una o incluso de ambas turbinas de la represa, dejando al país aún más vulnerable a la variabilidad de las lluvias.
“Cuando llega a 2.110 metros, perdemos el control del mismo… y a partir de ese momento dependemos exclusivamente de lo que llueva”, explicó.
Ante este panorama, el ministro destacó que solo existen dos alternativas para manejar la situación: la primera, esperar que llueva, lo cual es una variable que escapa al control del Gobierno; y la segunda, implementar racionamientos de energía.
Goncalves señaló que la matriz energética del país depende en un 72 % del agua, lo que complica aún más la crisis en medio de un contexto de cambio climático. “Dependemos de que llueva en una matriz energética que depende del 72 % del agua… estamos enfrentándonos a una situación de cambio climático global”, expresó.
Frente a esta situación, señaló que el Gobierno ha optado por acelerar la contratación de fuentes térmicas, principalmente a base de diésel, para intentar paliar la crisis.
Goncalves admitió que esta no es una solución ideal, pero destacó que es necesaria para garantizar el suministro de energía en las actuales circunstancias.
Fallas de comunicación sobre los cortes
El ministro también abordó las quejas de la ciudadanía sobre la falta de previsibilidad en los cortes de energía.
Para mejorar la comunicación, anunció que a partir de esta semana, cada viernes se informará sobre los cortes programados para la semana siguiente, con el fin de que las personas puedan planificar mejor sus actividades.
No obstante, aclaró que las proyecciones podrían variar en función de las lluvias. “Si está lloviendo y está produciendo esa energía, no la vamos a perder, la vamos a entregar a la matriz y vamos a afectar menos a los hogares ecuatorianos”, explicó, haciendo hincapié en que en algunos casos los cortes podrían ser más cortos de lo programado.
Por otro lado, advirtió que, si bien las lluvias pueden mitigar la crisis, también podrían generar problemas adicionales como el exceso de sedimentos en las centrales hidroeléctricas, lo que podría forzar cortes inesperados.
En tales casos, se comprometieron a avisar a la ciudadanía con un margen de entre dos y cuatro horas. “Si hay demasiado sedimento, se tiene que proteger la infraestructura y por lo tanto no estaría produciendo tanto”, explicó Goncalves.
Cortes de energía serán equitativos
El ministro también aclaró que a partir de esta semana, los cortes de energía afectarán a todo el país de manera equitativa.
Hasta ahora, explicó, se había seguido un calendario técnico que priorizaba el uso de la energía disponible en ciertas provincias. Sin embargo, dada la gravedad de la crisis, los racionamientos se aplicarán de manera nacional. “A partir de esta semana es todo el país”, enfatizó.
Goncalves cerró su intervención pidiendo la colaboración de la ciudadanía y ofreciendo disculpas nuevamente por las molestias ocasionadas por los cortes.
Cuando se le preguntó por una posible fecha para el fin de la crisis energética, el ministro respondió: “Solo Dios sabe eso”, reconociendo la imprevisibilidad del clima y el desafío que representa la dependencia hídrica de la matriz energética ecuatoriana. (I)
Diario El Universo
