Sin énfasis en temas cruciales y con un discurso poco estructurado. Es la sensación que les dejó el discurso del presidente Guillermo Lasso en la Asamblea General de la ONU a los expertos consultados por este Diario.
En su intervención con poca audiencia, Lasso se enfocó en cinco puntos principales: el canje de deuda en Galápagos, el fenómeno de El Niño, la reducción de la desnutrición crónica infantil, el papel de Ecuador en el Consejo de Seguridad, y el impacto del crimen organizado en Ecuador.
“Mucho se habla de la presencia de los presidentes en la ONU, la explicación que dan los expertos es que es como una catarsis en la que el presidente dice un mundo donde cree que él vive y cuando baja del podio se siente bien”, dice Carlos Estarellas, analista internacional y detalla que la política exterior es consecuencia de la política interna y que a su criterio, el Gobierno actual no lo tiene claro.
“Por ejemplo, por Cancillería pasaron tres funcionarios y el actual es experto ambiental. Imagínese por qué no hay una relación clara con Estados Unidos o con la Unión Europea”, enfatiza el experto.
Hay momentos claves en donde la premisa es demostrar el avance de los países en materia de políticas públicas. Lo que no puede pasar, asegura el politólogo Francisco Montahuano, es que entre sus líneas se lea la falta de un trabajo interno. “En su discurso se mostró la ausencia de política pública y fue muy notorio. No tocar sectores afectados como la educación es más un error que un silencio”, acota.
Un detalle peculiar del actual Gobierno ha sido sus múltiples viajes que, dentro del análisis de Estarellas, debería de servir para conseguir ayuda, cooperación y mostrar resultados. “La llegada del actual presidente hizo mucho ruido, pero pocos resultados”.
Por su parte, Andrés Jaramillo, estratega político, considera que Lasso no entendió bien el objetivo de la ONU y que su línea comunicacional fue más de rendición de cuentas “el presidente confundió este espacio de debate internacional y lo que hizo fue atar este viaje a su próxima salida y en ese sentido, intentar posicionar un mensaje en contra de los mensajes negativos que en los últimos meses ha tenido”, afirmó.
Con la exposición mediática que existe en torno al Ecuador cada palabra influye y es, precisamente, en ese contexto que apostó por la línea de salud como las respuestas positivas que dejó en su Gobierno “fue muy acertado hablar sobre la reducción en la tasa de desnutrición crónica infantil porque a simple vista no se lo ve; no se trata de una obra, pero sí es un logro que se debe mostrar”, argumentó Jaramillo.
Cuando llegó el momento de hablar sobre el crimen organizado Lasso dijo: “(El crimen organizado) no es un problema exclusivo del Ecuador, es un problema del mundo” y señaló la necesidad de la unión de la comunidad internacional para combatirlo. Sin embargo, el no darle mayor énfasis o proponer iniciativas para aglutinar a otros países fue el detonante de que “la mayor necesidad de Ecuador pase inadvertida”, aseveró Estarellas.
También les sorprende que haya priorizado otorgar reconocimientos a personas destacadas. No obstante, esperan la existencia de una agenda paralela que proyecte la justificación de su presencia.
Todos los expertos consideran que Lasso perdió la oportunidad de proponer acciones y alejar de su mensaje la justificación a sus señalamientos
ACIERTOS
Resaltar la reducción de la tasa de desnutrición infantil. Mostrar una postura ante el conflicto de Ucrania. El trabajo para enfrentar al fenómeno de El Niño
ERRORES
No mencionar la amplia voluntad ciudadana de no seguir la explotación del Yasuní y Chocó Andino y más si este sentir provocó coberturas positivas de la comunidad internacional.
SILENCIOS
Afectación de los problemas con el sector de la educación. Mencionar a Fernando Villavicencio, pero no sobre la muerte cruzada. No exponer problemas de migrantes venezolanos.
Fuente: Expreso