Las Fuerzas Armadas entrarán este martes, 17 de septiembre, a las operaciones de la hidroeléctrica de Mazar, anunció el Gobierno. El ingreso de los uniformados está previsto para las 10:00.

El ingreso de los militares y policías a las hidroeléctricas fue anunciado por el régimen el 9 de septiembre pasado al señalar que no solo se encargarán de la seguridad en las centrales eléctricas de Ecuador, sino que también ayudarán en las operaciones, según dijo en esa ocasión el ministro de Gobierno, Arturo Félix.

El funcionario indicó que en los sectores estratégicos ingresará personal técnico del más alto nivel de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas para ayudar en la operación de las centrales eléctricas, es decir, que no solo van a militarizar las instalaciones, sino que también van a estar de backup (respaldo) para “evitar cualquier tipo de jugada que (se) quiera hacer en el sector eléctrico”.

Las declaraciones de Félix se dan luego de que se indicara que el corte del sábado 7 de septiembre se produjo por una “falla humana”. El Operador Nacional de Electricidad (Cenace) ese mismo día, a través de un comunicado, informó que el corte fue debido a una falla en la barra de la subestación Molino, la cual está conectada a la generación de Paute, que se encuentra en la provincia de Azuay.

Según el ministro, ese mismo sábado “se movilizó todo el mundo para allá para revisarlo y determinar qué paso realmente; se está investigando y se hará público a medida que avancen las investigaciones”. Indicó que, si hubiera sido una falla de otra de naturaleza, se habría dañado todo y que la prueba evidente es que en horas el país tuvo nuevamente energía.

A esto se suma lo indicado por el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, quien alertó de que se estaría gestando un “posible complot” para agravar la situación energética del país.

Según el ministro Félix, en las instalaciones eléctricas hay muchos funcionarios de carrera, “unos excelentes”, que han ayudado, pero otros que “simplemente” no están de acuerdo en que corten ese “lleve, los contratos con los padrinos, y ahí están molestos y bravos”. (I)