La borrasca Boris, segunda de la temporada, ha provocado al menos 17 muertos, ocho desaparecidos y miles de afectados en Europa central y del este, donde Polonia, Rumanía, República Checa, Eslovaquia y Austria se han visto afectadas por fuertes trombas de agua y sus consiguientes crecidas de ríos e inundaciones en los últimos días.
Rumanía es la peor parada hasta el momento, con siete fallecidos, decenas de evacuados y más de 15.000 afectados sobre todo en el condado de Galati, al este del país, tras unas inundaciones calificadas de “históricas” por sus autoridades.
El desbordamiento de los ríos afecta ya al 76% de los inmuebles según Emil Dragomir, el alcalde de Slobozia Conachi, que habla de “desastre total” en la zona, con varias carreteras bloqueadas, más de 750 bomberos movilizados en las operaciones de rescate y el despliegue de campamentos temporales y viviendas modulares para los afectados.
En Austria son tres las víctimas mortales, todas en el estado federado de Baja Austria, el más grande y poblado del país: un bombero que murió mientras participaba en tareas de ayuda y dos ancianos en sus respectivas viviendas que resultaron anegadas por el agua.
Una docena de presas han reventado en esta zona y han dejado 12.000 hogares sin electricidad y 23 localidades sin agua potable, mientras que unas 800 personas han tenido que ser rescatadas en helicópteros y dos centrales eléctricas del Danubio se han visto obligadas a paralizar la generación de energía.
Espectaculares han sido las imágenes del Danubio, muy crecido a su paso por Viena, y, aunque en las últimas horas su caudal y el de otros ríos no ha aumentado, todavía continúan anegados varios trayectos del metro en la capital austriaca y los estudiantes han sido liberados de la obligación de ir a las escuelas.
Durante los últimos cuatro días han llegado a caer hasta 280 litros por metro cuadrado, récord para septiembre y cuatro veces más que la media de precipitaciones del mes en años anteriores.
El Danubio, muy crecido a su paso por Viena
En la región de Alta Austria, fronteriza con Alemania, se teme una nueva crecida con las precipitaciones de esta semana y el deshielo de las “enormes cantidades de nieve” caídas en los Alpes en los últimos días.
En Polonia, cuatro personas han muerto, ahogadas por las inundaciones en el sur del país y especialmente en la localidad de Nysia, y se investiga si el cuerpo de otra mujer hallado hoy en su apartamento “puede estar relacionado con la situación”.
Poblaciones aisladas, evacuaciones y cortes en comunicaciones que han afectado a miles de personas se han sucedido en las regiones de Silesia, Opole y Pequeña Polonia, entre otras, y en la actualidad la situación sigue siendo “grave” en los distritos de Kłodzko, Ząbkowice, Wałbrzych y Kamienna Góra, todos ellos en el sur.
También en esta zona, la presa de Pilchowice está a punto de desbordarse y se procede a la evacuación de poblaciones cercanas, mientras retenes de bomberos y servicios de emergencia levantan barreras con sacos de arena y tratan de asegurar el puente de Kamienna Góra.
Los ríos alcanzan niveles históricos
Según los datos del Instituto de Meteorología polaco, el nivel del agua en algunos ríos ha superado todos los récords registrados hasta ahora, y en algunos puntos ha superado en 5,5 metros el nivel máximo de riesgo.
En la República Checa, una persona se ha ahogado en el río Krasovka, al noroeste, mientras que otras ocho permanecen desaparecidas, en una catástrofe que las autoridades comparan con el siniestro de 1997, en el que fallecieron medio centenar de personas.
Las persistentes lluvias han desbordado muchos ríos y arroyos y decenas de lugares han declarado el tercer grado (el máximo, en una escala de tres grados) de actividad de riadas con casos como el de la ciudad de Litovel, que cruza el río Morava, que se encuentra inundada en un 80 por ciento.
Más de 12.000 personas han sido evacuadas en el país, donde hay cientos de miles de hogares sin luz como consecuencia de las averías en las redes de alta tensión y también están afectados los corredores ferroviarios.
En Hungría, el primer ministro, Viktor Orbán, ha anunciado hoy que pospone todos sus viajes al extranjero, lo que podría afectar su prevista comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo del miércoles, debido a las condiciones meteorológicas “extremas” y a las inundaciones que pueden producirse de forma inminente también en su país.
Los servicios meteorológicos húngaros pronostican que los caudales de los ríos subirán hasta niveles “históricos”, alimentados tanto por lluvias como por la llegada de las masas de agua de otros países de Europa central.
En las últimas horas, la UE expresaba su solidaridad por estas “devastadoras” inundaciones y anunciaba “estar lista para actuar” a través de las diversas cuentas de dirigentes comunitarios, empezando por la propia presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, que mostró su “más sincera solidaridad” con las víctimas y sus familiares.
Fuente: RTVE
