La incursión de miembros de la banda criminal Los Lobos en la minería ilegal la convirtió en un campo de batalla.
“Cuando va creciendo la capacidad de los grupos criminales, logran desarrollar lógicas de mayor depredación y, obviamente, mayor acumulación de capital”, indicó Luis Córdova, director del programa de investigación Orden Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador, a InSight Crime.
Una investigación de este portal revela que los miembros de Los Lobos empiezan extorsionando a las minas legales y a los mineros irregulares, antes de apoderarse por completo de las operaciones.
Dinero
La minería ilegal ofrece una fuente alternativa de ingresos.
En 2022, esta economía ilícita movió entre USD 800 millones y USD 1.000 millones, según una estimación del exministro de Energía de Ecuador.
“La magnitud del dinero en juego ayudó al grupo a lavar recursos procedentes de otras economías criminales, principalmente el narcotráfico”, señaló a InSight Crime.
Además, las investigaciones muestran que para los criminales hay menos riesgos de ser atrapados en la minería ilegal respecto al tráfico internacional de drogas.
Modus operandi
Según los expertos, Los Lobos operan desde lo mínimo: ofrecen protección armada a grupos de mineros irregulares o cobran a las concesiones mineras legales una pequeña cuota de extorsión o vacuna.
Después, obligan a los mineros irregulares a entregar un porcentaje de su botín diario o secuestran a los propietarios de minas legales a cambio de cuantiosos rescates.
En última instancia, se apoderan de las concesiones mineras legales existentes, sus operaciones, sus equipos y expulsan a los propietarios, mientras se quedan con los beneficios.
Solo en Camilo Ponce Enríquez, Los Lobos explotan 20 minas, extorsionan a 30 empresas mineras privadas y controlan 40 grupos de mineros ilegales conocidos como “sableros”, menciona el informe.
Corrupción
La corrupción facilitó la expansión de Los Lobos en la minería ilegal.
Según el informe, funcionarios estatales corruptos avisan a mineros irregulares y a criminales sobre yacimientos de oro listos para explotar, o de concesiones legales que paralizaron las operaciones, alertándoles de oportunidades para explotar.
Luego, funcionarios policiales, militares y judiciales corruptos protegen la actividad minera ilegal, señala InSight Crime. Agrega que estos funcionarios no actúan ante las denuncias de la comunidad y avisan a los mineros ilegales sobre operaciones de seguridad.
Desde que las bandas criminales, como Los Lobos y Choneros se involucraron en la minería ilegal, su presencia se ha extendido a las provincias de El Oro y Azuay, y hacia la Amazonía.
Un informe de Radio Pichincha señaló que la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables, identificó 734 puntos de minería ilegal, en 16 de las 24 provincias del Ecuador.
Es un dato alarmante porque se trata del 66% del territorio nacional ocupado por esta actividad irregular.
Fuente: Radio Pichincha.