La caja fiscal o los depósitos del tesoro, que son parte de la reserva internacional, llegaron a finales de agosto pasado a apenas $ 270 millones. La cifra es muy baja si se compara con los $ 1.642 millones que se tenía en la misma cuenta en agosto del 2022. Aunque al 8 de septiembre esta cuenta se encontraba en $ 533 millones. La situación de la caja fiscal muestra debilidad.
De acuerdo con Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), la caja pública “está en soletas, sin recursos”. El saldo ha subido en estas semanas, pues entró un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y “con eso alcanzaron a pagar sueldos”. Para entender mejor el tema, compara la situación de la caja fiscal con la de una familia que gana $ 500 pero llega a fin de mes con unos $ 20, a pesar de que en el mes pidió prestado $ 50. Así está desesperada por el sueldo del mes siguiente.
Explica que este rubro de depósitos del tesoro se alimenta de los impuestos que se pagan mensualmente, así como de los recursos que llegan por petróleo y los préstamos externos. Sin embargo, también bajan por los pagos, como por ejemplo sueldos, bienes y servicios, que se deben hacer en el exterior, especialmente deuda externa.
Para Alberto Acosta Burneo, es preocupante la situación fiscal: “Está muy apretada”. Explica que el monto que tiene la caja no le alcanza para lo que tiene en el mes y, por ello, el fisco está acumulando atrasos. Así recuerda que los atrasos han subido a $ 1.700 millones. Esta situación sucede porque los ingresos son menores y los gastos siguen subiendo.
Indica que la baja posición de esta cuenta es uno de los síntomas de los problemas fiscales que afronta el Gobierno. Es equivocado pensar que se puede usar liquidez cuando hay atrasos. Explica que la subejecución presupuestaria que existe de momento se ha dado por la falta de recursos. Para Acosta Burneo, es importante ver cuál era el saldo habitual de esta cuenta en meses anteriores, para tener una idea clara de cuál es la magnitud de la baja.
Si se revisa el Boletín Monetario Semanal del mismo Banco Central se puede ver que el promedio de la cuenta de depósitos del tesoro fue de $ 9.238 millones entre enero y agosto del 2022. Esto da un promedio de $ 1.155 millones al mes. Sin embargo, de enero a agosto del 2023, el ingreso en el mismo periodo (enero a agosto) fue un poco más de la mitad, es decir, $ 4.933 millones, lo que representa un promedio de $ 601 millones. Prácticamente la mitad.
Acosta explica que el Gobierno requiere mensualmente unos $ 1.700 millones al mes, en gasto corriente; y en gasto de capital, unos $ 321 millones al mes. Es decir, necesita unos $ 2.000 millones, y hay que tomar en cuenta que en diciembre el gasto en sueldos se duplica. Los recursos de la cuenta del tesoro son “la plata que se puede girar, y esta es muy reducida”, dice.
El propio gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, reconoció que la cuenta está en $ 300 millones aproximadamente, y que este es el dinero del cual puede disponer el Ministerio de Finanzas. Lo dijo como parte de una entrevista con Teleamazonas en la cual habló de la intención del uso de la reserva internacional que han planteado los dos candidatos finalistas en la carrera a la Presidencia de la República.
Explicó que esta reserva contiene los depósitos de bancos y cooperativas (encaje) que sirvan para respaldar depósitos de los ciudadanos. También dineros del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), del Biess, de los gobiernos autónomos descentralizados (GAD), entre otros.
Avellán también aclaró que la reserva no es para invertir, sino para responder a diversas necesidades, como por ejemplo en caso de que hubiese una corrida de depósitos. Y aseguró que un mal uso de las reservas, como la que se hizo en gobiernos anteriores, podría generar riesgos a la dolarización.
En todo caso, la cuenta puede subir producto de varios factores. Por ejemplo, si sube el precio del crudo habrá más recursos. (I)
Fuente: El Universo