Intensos diálogos para no quedar relegados. La futura Asamblea Nacional tiene tres bancadas aseguradas, una agrupación política a la que le faltan pocos para serlo y algo más de 30 legisladores electos que, si no se unen, podrían perder varios espacios en el Legislativo.
Aunque todavía está pendiente la repetición de las elecciones de asambleístas en el exterior es conocido que Revolución Ciudadana se acercaría a los 50, Construye a los 30 y el Partido Social Cristiano (PSC) a los 15 legisladores, suficiente para hacer una bancada.
La alianza ADN, que auspicia la candidatura presidencial de Daniel Noboa, estaría muy cerca de completar el número requerido y, dependiendo de los resultados de la segunda vuelta, se puede facilitar la ‘conquista’ de las voluntades que le restan.
De ahí en más, todo es cuesta arriba. La alianza Actuemos cuenta con ocho legisladores electos y le faltan seis para inscribirse como bancada. Javier Orti, director de Avanza que es parte de esta unidad, reconoce que hay diálogos avanzados especialmente con aquellos legisladores que están ‘sueltos’, es decir que su agrupación política alcanzó una o dos curules.
“Estamos conversando, esta semana probablemente tengamos nuevas reuniones para intentar hacer una bancada de 14 que nos permita tener acceso, por ejemplo, al Consejo de Administración Legislativa (CAL). Obviamente, no puedo adelantar nombres de con quiénes hemos conversado, porque entiendo que también dialogan con otras opciones y es su justo derecho”, señaló el dirigente.
En el pasado período legislativo hubo cinco bancadas: la de la coalición Unión por la Esperanza; la Bancada del Acuerdo Nacional (BAN); Partido Social Cristiano (PSC), Pachakutik y la Izquierda Democrática (ID). Estas últimas fueron las que más se fraccionaron en dos años, antes de la disolución de la Asamblea decretada por el presidente Guillermo Lasso.
Hoy Pachakutik alcanzó apenas cinco espacios en la Asamblea, lejos de ser una bancada, por lo que deberá buscar con quién unirse. La subcoordinadora de esta agrupación, Cecilia Velasque, le dijo a EXPRESO que hay la resolución del consejo político de que más que nuevas leyes se deben impulsar las que están listas para segundo debate del período anterior y, para eso, si cuentan con el apoyo del correísmo o el PSC, mejor.
La cosa cambia cuando se habla de acuerdos definidos. “Posiblemente sería con el partido de Fernando Villavicencio (+). Todo con los de centro y centro izquierda, menos la Revolución Ciudadana. Esa es línea roja para nosotros” señaló la dirigente indígena.
Para quien no habría esas restricciones es para Lucio Gutiérrez que con Sociedad Patriótica alcanzó una de las tres curules de ese partido para el período legislativo 2023-2025. Asegura que ha avanzado en los diálogos con una parte de asambleístas electos que apoyaron a Villavicencio desde Gente Buena, y otros independientes, especialmente, de la región Amazónica. Ya sumarían algo más de diez, hasta el momento.
“La situación lacerante del país que se cae a pedazos creo que no permite establecer líneas rojas y la decisión es conversar con todos los asambleístas, porque estamos seguros que todos bregan para el mismo lado que es sacar adelante al país. Esta puede ser una de las últimas oportunidades que nos dé el pueblo ecuatoriano”, señaló el expresidente de la República.
Tampoco quieren quedar fuera los tres asambleístas que alcanzó la alianza Claro que apoyó a Yaku Pérez. Unidad Popular es parte de esa coalición y su director Geovanni Atarihuana dijo que “fuera del correísmo, los socialcristianos y Construye”, mantienen acercamientos con otras fuerzas políticas minoritarias para unirse y formar un bloque.
Reconoce que las posibilidades de unirse estarían en torno a las cinco asambleístas de Pachakutik, los ocho de la alianza Actuemos con los que sumarían 16 asambleístas.
Fuente: Expreso
