DURA DERROTA: Peñarol goleó al The Strongest de Ismael Rescalvo por Libertadores

Si el rival fuera otro podría asegurarse que la victoria de Peñarol por 4-0 sobre The Strongest en el partido de ida por octavos de final de la Copa Libertadoresprácticamente aseguró la clasificación del equipo uruguayo a la siguiente ronda, pero no en este caso. No se trata tanto por el potencial del conjunto boliviano, sino por las circunstancias en las que se disputará el juego de vuelta: a 3.600 metros de altitud, en La Paz.

De allí que en la previa ya se sabía que era imperioso ganar, pero también era importante sacar una buena diferencia aprovechando la localía en el Campeón del Siglo, máxime teniendo en cuenta que en la fase de grupos The Strongest (este conjunto que sorprendió al ganar su serie y que el mirasol minimizó al punto de que Washington Aguerre no hiciera ni una atajada en los 90 minutos) ganó sus tres partidos de local y sin recibir goles: 2-0 a Gremio, 1-0 a Estudiantes y 4-0 a Huachipato.

Hasta acá la apreciación del hecho en sí, es decir el claro triunfo, pero hay que hablar de otros aspectos y allí hay algo que resalta: la actuación de Leonardo Fernández. El 8 aurinegro había fallado dos penales en la tanda de definición del clásico que le costó a Peñarol perder la final del Intermedio y la verdad es que los platos rotos los pagó The Strongest, quien lo sufrió. El atacante tuvo una actuación majestuosa. Marcó el camino al abrir el marcador y luego puso dos asistencias perfectas para los tantos de Maxi Silveraprimero y Jaime Báez luego. Si había alguna duda sobre cuánto le había afectado anímicamente los dos fatídicos disparos él respondió con esta soberbia actuación para demostrar que nada melló su confianza y menos aun su talento.

Es verdad que The Strongest fue menos de lo que se esperaba, pero hay que darle a Peñarolel mérito que se merece. Los pases que puso Leo Fernández fueron indefendibles por la precisión de la que hizo gala con su zurda, pero también hay que darle crédito al planteamiento de Diego Aguirre, porque le dio a su talentoso jugador libertad absoluta por todo el frente de ataque, pero además hubo un plan de juego bien marcado que dio muchos resultados: cargar el juego por una banda y definir las jugadas por el sector opuesto, moviendo e incomodando a una defensa que cayó en distracciones o confusiones.

En esto fue importante la participación de los laterales (Pedro Milans por derecha y Lucas Hernández por izquierda), que le dieron amplitud y profundidad al ataque. Pero también fue positivo lo demostrado por Báez, que debutó con gol y además tuvo mucha movilidad para mostrarse y pasar. De hecho fue quien puso la asistencia para el 1-0.

Si algo puede reprocharse Peñarol fue haber salido a jugar el segundo tiempo en modo ahorro de energía, porque sintió que el partido ya estaba ganado y bajó la intensidad, algo que molestó a Diego Aguirre quien hizo cambios rápidamente para hacer despertar al equipo. Y una de esas variantes, Facundo Batista, puso el 4-0 para prácticamente sellar la clasificación, por más que todavía quedan 90 minutos y a 3.600 metros de altitud.Los minutos finales sirvieron para los debut del argentino Adrián Fernández y de Felipe Avenatti, pero sobre todo para que los hinchas de Peñarol disfrutaran de una gran noche de Libertadores y de la magia de Leonardo Fernández (metió dos tiros libres que bien pudieron haber sido gol), esa que pone al club en las puertas de ingresar al grupo de los ocho mejores de América.

Fuente: One Football

MM

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