En segundo debate, el Pleno de la Asamblea Nacional, con 79 votos favorables, aprobó la tarde este 13 de agosto la Ley de Armas, Municiones, Explosivos y Materiales Relacionados, convirtiéndose en la vigesimoséptima normativa aprobada en el presente período legislativo.
Esta iniciativa tiene por objeto regular, registrar y controlar todas las actividades relacionadas a las armas, en sus diferentes tipos, con la finalidad de fortalecer el orden público y la seguridad del Estado.
El legislador Xavier Jurado, ponente del informe y miembro de la comisión de Seguridad, mencionó que, “la lucha contra las armas ilegales que aterrorizan al Ecuador requiere una normativa que respalde a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional en su lucha contra ellas y permita generar políticas públicas de criminalística para separar aproximadamente 1 millón 200 mil armas ilegales de las calles”.
“Con esta normativa, el Ecuador formará parte de organismos internacionales en materia de control de sustancias químicas, biológicas, así como municiones y armas de todo tipo, tal como las armas menos letales y eléctricas, sobre las que no existía regulación”, destacó.
El articulado también establece requisitos para la obtención de permisos de uso y tenencia de armas de fuego, como: tener 25 años; contar con una certificación psicológica forense y análisis toxicológico avaladas por el Ministerio de Salud; certificar destreza en el uso y manejo de armas a través del Ministerio de Defensa, no registrar antecedentes de violencia de género o contra miembros de núcleo familiar, entre otras.
Durante el debate existieron 10 intervenciones de legisladores, quienes presentaron sus criterios alrededor del articulado.
Los legisladores Otto Vera y Sandra Rueda coincidieron en que, “este marco normativo, debatido con entidades, organismos y expertos en la materia, no busca armar a la población, sino regular con rigor el acceso a armas, asegurando que solo las personas capacitadas puedan poseerlas”.
Por otro lado, la legisladora Lucía Posso destacó que, “el 84 % de los homicidios que se cometen actualmente en el país se realizan con armas de fuego, por lo que es crucial generar un contexto de control riguroso acorde a las nuevas dinámicas con las que opera el crimen organizado”. (I)