El Bono de Desarrollo Humano es una transferencia monetaria de entre USD 55 a USD 150 mensuales, entregada por el MIES, a representantes de núcleos familiares que se encuentren en condición de pobreza o pobreza extrema.
Los beneficiarios salen de la base de datos del Registro Social, por lo que no se requieren solicitudes personales ni institucionales.
Burbano precisó que, hasta enero de 2024, existían 1.180.000 grupos vinculados, y que la meta es aumentar esa cifra a 1.220.000, en 10 meses. Asimismo agregó que, en gran medida, han logrado obtener fondos tras la estabilización de los precios de los combustibles.
“Hemos ingresado a los primeros dos grupos, tenemos 8.000 núcleos familiares de zonas afectadas por el conflicto armado interno”, declaró el Viceministro.
En esa misma línea realizan nuevos barridos en las provincias del Guayas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas, y el cantón Durán.
En cuanto a los Créditos de Desarrollo Humano, destinados para emprendimientos y negocios que permitan mejorar la calidad de vida, Burbano explicó que la meta es entregar 50.000 en 2024.
Hasta la fecha se han entregado 20.000, por lo que tienen cinco meses para alcanzar los 30.000 restantes.
Los beneficiarios tendrán acceso también a los Centros de Desarrollo Infantil y de Cuidados para Personas Adultas Mayores. Para este último grupo poblacional, se tiene previsto inaugurar un nuevo centro gerontológico en Colta, provincia de Chimborazo.
La ministra de Inclusión Social, Zaida Rovira, en entrevista a Ecuador Tv del martes 30 de julio, dio detalles sobre los bonos y pensiones entregados en el marco de la intervención en el cantón Durán (Guayas). Detalló que se entregaron alrededor de 280 ayudas de este tipo en esta localidad de la Costa ecuatoriana.
A esto se suma que se han entregado 400 becas a madres de familia que son cabezas de hogar. Ellas también reciben el Bono de Desarrollo Humano que ayuda a potenciar sus emprendimientos.
La ministra Rovira además señaló que en los próximos días entregarán un Centro de Desarrollo Infantil en la localidad de Abraham González, una de las zonas conflictivas del cantón. En este espacio habrá más servicios gubernamentales.
Fuente: El Telégrafo
