Por las fiestas de Guayaquil, mencionados algunos de los postres, bocaditos o antojos típicos de la Perla del Pacífico.
Mencionamos los platos típicos de Guayaquil, con estrellas como el encebollado, el ceviche, el bollo, la cazuela y muchos más. Pero la ciudad ofrece más en cuanto a gastronomía.
En la categoría de postres o antojos, Guayaquil ofrece bocados dulces, salados, ácidos y bebidas frías para enfrentar el intenso calor.
Dulcería y Cafetería La Palma es uno de los establecimientos más antiguos y reconocidos en Guayaquil (desde 1908, dice su logo) y ahí se ofrecen postres típicos como el borrachito, un delicado bizcocho húmedo cuyo sabor dulce se mezcla con licor.
Además, se encuentran otros bocados típicos en la ciudad como aplanchados, negritos (no brownies), caracoles rellenos de manjar, bolitas de coco con manjar, pañuelitos rellenos de crema pastelera o manjar, relámpagos, orejitas.
Borrachitos, dulces tradicionales en la Dulcería y Cafetería La Palma, en Guayaquil.Dulcería y Cafetería La Palma
Para que no queden dudas, los ‘aplanchados’ son dulces, un bocadito crocante hecho con masa de hojaldre, relleno de crema pastelera y decorado con glaseado; y los relámpagos están inspirados en la receta francesa de profiteroles de masa choux, pero pueden estar rellenos de crema pastelera o manjar, siempre bañados con caramelo.
En los bocaditos de sal están los tradicionales pasteles de carne. Porque en Guayaquil los “pasteles” son salados, los ‘cake’ de cumpleaños se llaman “tortas”. Entonces, los pasteles son un delicado bocado salado de masa hojaldre y relleno de carne.
Tradicionalmente, los pasteles son vendidos por hombres que recorren las calles en bicicletas con una canasta en la parte de atrás y se sirven con limón y ají.
También hay pasteles chorizo, pollo y de acelga con queso y son muy populares las empanadas de pollo, carne o queso, las tortillas de verde o de yuca rellenas de queso.
Y ya que hablamos de yuca, en Guayaquil se destaca una combinación perfecta: yogurt y pan de yuca. Abundan los locales que ofrecen esta delicia, con yogures de varios sabores, siempre bien helados.
En Guayaquil, Naturissimo está en casi todos los sectores. Un negocio nacido en el tradicional barrio de Urdesa que ahora es una cadena nacional e internacional que ofrece esta apetecida mezcla de sal y dulce.
Pan de yuca ecuatoriano, entre los mejores panes redondos del mundo, según ranking de Taste Atlas.Shutterstock
Los jugos no pueden faltar. Se venden en las calles, en los semáforos, bien helados, Principalmente jugo de naranja. También se venden ‘naranjadas’, que se parece pero no es lo mismo. Ahí predomina el hielo. Por las calles, también se encuentran unos triciclos adaptados para que desde una llave brote un jugo de coco dulce y casi congelado.
Una de las bebidas emblemas de Guayaquil está en el local ‘La Tradicional’, se trata de ‘la resbaladera’, una chicha de arroz que, según historiadores, surgió en el siglo XX, cuando se la brindaba como acompañante de helado de vainilla. Después, en un reconocido hotel de la ciudad, se comenzó a servir la bola de helado dentro del vaso con la bebida. Y la receta continúa.
Insistimos en el hielo, porque vivir con 30 grados centígrados de temperatura promedio y humedad que supera el 50% lo hace un producto muy deseado. Tal vez por eso persisten los granizados (o raspados), que básicamente es hielo rayado con colorante y un toque de leche condensada.
Y si de antojos se trata, no faltan los sabores ácidos. El mango, grosella o ciruela con sal es un clásico en las calles. No solo a las afueras de las escuelas y colegios, este es un deseo que acompaña a los guayaquileños toda la vida.
Así como el maduro con queso, el maduro lampreado, los helados Ideal (de coco y naranjilla), los batidos de frutas, el ‘come y bebe’ (una ensalada de frutas más líquida), los barquillos, los chumbeques, las lenguas de gato, yoyos, entre otros.
Y camino hacia la playa, que los guayaquileños siguen considerando parte de su casa, se encuentran chocolatines, amor con hambre, rosquitas dulces… bocados que son parte del viaje.
Históricamente Guayaquil es una ciudad de migrantes, de otras ciudades o países. El impacto en la gastronomía es evidente y se mantiene en constante evolución. Ahora, por ejemplo, es notorio que la migración colombiana y venezolana está conquistando con su aguapanela y churros.
Agitada, calurosa, Guayaquil siempre está en movimiento y por eso la ‘comida al paso’ reina. Hay de todo y a toda hora.
¡Buen provecho!