Para la reconocida artista Maribel Guardia, la temporada navideña ha dejado de ser una celebración convencional para convertirse en un ejercicio de fortaleza. Tras el fallecimiento de su hijo, Julián Figueroa, hace poco más de dos años, la actriz ha tenido que redescubrir el sentido de estas fechas bajo una nueva y compleja realidad.
En una reciente aparición mediática, la protagonista de la obra “Lagunilla mi barrio” abrió su corazón sobre cómo gestiona el dolor. A sus 66 años, la estrella costarricense-mexicana enfatiza que su prioridad actual es la gratitud y la valoración de la vida, a pesar de la ausencia física de su único hijo.
La transformación del duelo en esperanza
Durante su participación en el programa Montse & Joe, la presentadora explicó que la partida de Julián Figueroa alteró para siempre la dinámica de sus diciembres. No obstante, ha decidido encarar este proceso con una actitud de resiliencia.
“Hay que darle gracias a Dios por la vida que tienes, por la sangre que corre por tus venas… mientras haya vida hay esperanza. Perdí a mi hijo, pero doy gracias porque Dios me lo dio”, afirmó conmovida.

A pesar de su mensaje de paz, el entorno de la actriz no ha estado libre de conflictos. Maribel Guardia se encuentra actualmente inmersa en una disputa legal contra Imelda Garza Tuñón, viuda de su hijo. La controversia gira principalmente en torno a la custodia de su nieto, el pequeño José Julián, lo que ha añadido una carga emocional extra a su proceso de sanación.
Un mensaje para quienes enfrentan la pérdida
Lejos de retraerse, la actriz ha utilizado sus plataformas digitales para conectar con personas que, al igual que ella, atraviesan un luto profundo. Su objetivo es claro: ser un referente de ánimo y acompañamiento para otras madres.

Recientemente, Maribel compartió imágenes de su espectacular decoración navideña, enviando un mensaje lleno de luz a sus seguidores:
- Propósito: Honrar la memoria de Julián a través de la alegría de vivir.
- Compromiso: Mantener el vínculo sagrado con su nieto José Julián.
- Valores: Fe, esperanza y agradecimiento constante.
Con un deslumbrante vestido rojo y frente a su árbol de Navidad, la intérprete reafirmó que, aunque el vacío persiste, su motor principal sigue siendo el amor familiar y la esperanza de días mejores para su entorno más cercano.
Fuente: Infobae