En la época de Navidad, el pavo se convierte en el protagonista indiscutible de las cenas familiares en todo el país. Sin embargo, detrás de su delicioso sabor, existen decisiones que pueden afectar seriamente nuestra salud cardiovascular y el control de peso.
Aunque muchos comensales se debaten entre elegir la pechuga o los muslos, especialistas en nutrición señalan que el verdadero peligro no está necesariamente en el color de la carne, sino en la piel del pavo, la cual concentra la mayor cantidad de grasas perjudiciales para el organismo.
Diferencias entre la carne blanca y la carne oscura
La distinción entre estas dos secciones del ave se debe principalmente a la mioglobina, una proteína encargada de transportar oxígeno en los músculos. Dependiendo de la actividad física del animal, el aporte nutricional varía considerablemente entre cada corte:
| Tipo de Carne | Partes del Pavo | Propiedades Clave |
|---|---|---|
| Carne Blanca | Pechuga y alas. | Baja en calorías y grasas saturadas; rica en Vitaminas B. |
| Carne Oscura | Muslos y piernas. | Alta en hierro y minerales; mayor jugosidad por grasas insaturadas. |

El peligro real para tu salud: La piel del ave
Independientemente de si prefieres la suavidad de la pechuga o el sabor intenso del muslo, los expertos coinciden en una advertencia fundamental: se debe retirar la piel antes de comer. Esta capa superficial es una fuente masiva de grasas saturadas que eleva los niveles de colesterol en la sangre.
“Consumir la piel del pavo añade un exceso de grasas innecesarias al plato, incrementando el riesgo de padecer afecciones cardíacas y dificultando el mantenimiento de un peso saludable durante las festividades.”
Para quienes ya enfrentan problemas de colesterol alto o hipertensión, este pequeño detalle en el plato puede marcar una gran diferencia en su bienestar post-fiestas.

Recomendaciones para un banquete saludable
Para disfrutar de la tradicional cena navideña sin remordimientos ni riesgos excesivos, los nutricionistas sugieren seguir estas pautas prácticas:
- Eliminar la piel: Hazlo siempre antes de ingerir cualquier porción, ya sea de carne blanca u oscura.
- Métodos de cocción: Prioriza el pavo asado o al horno en lugar de preparaciones fritas o con rellenos excesivamente grasosos.
- Control de porciones: Elige cortes magros y limita la cantidad de acompañamientos con carbohidratos simples.
- Acompañantes verdes: Equilibra el plato con vegetales frescos y evita salsas procesadas con alta carga de azúcar.

En conclusión, tanto la carne blanca como la oscura ofrecen beneficios nutricionales importantes, como el aporte proteico y la absorción de hierro. La clave para una cena equilibrada reside en apartar la piel y moderar los aderezos, garantizando que la celebración sea deliciosa y, sobre todo, saludable para todos los integrantes del hogar.
Fuente: Infobae