Gaza bajo alerta extrema: Suspenden hambruna pero persiste el riesgo

Un reciente informe de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) ha generado un respiro agridulce para la comunidad internacional. Aunque se ha suspendido formalmente la declaración de hambruna en la Franja de Gaza, los expertos advierten que la estabilidad es frágil. De reiniciarse el conflicto a gran escala o interrumpirse el paso de suministros, todo el enclave podría caer en una hambruna generalizada hacia abril de 2025.

Una crisis que no da tregua

Pese al levantamiento de la declaratoria, la realidad en el terreno es de una precariedad extrema. Actualmente, cerca de 500.000 personas se mantienen en situación de emergencia alimentaria, mientras que más de 100.000 ciudadanos sobreviven en lo que se denomina oficialmente como “condiciones catastróficas”. La entrada de ayuda tras el cese al fuego de octubre no ha sido suficiente para revertir el daño acumulado en la salud de la población.

Grupo Poblacional Impacto Proyectado Nivel de Riesgo
Niños (6 meses a 5 años) 101.000 afectados Desnutrición Aguda
Mujeres Embarazadas/Lactantes 37.000 personas Ayuda Urgente Necesaria
Población General 77% de los gazatíes Necesidad Catastrófica (2026)

La desnutrición aguda ha alcanzado niveles alarmantes, siendo calificada como “crítica” en las gobernaciones del norte de Gaza y “grave” en zonas como Deir al Balá y Jan Yunis. Los especialistas subrayan que el riesgo de una catástrofe alimentaria total sigue latente y podría reactivarse ante cualquier deterioro de las condiciones humanitarias.

Infancia en peligro y carencia de nutrientes

La situación para los más jóvenes es desgarradora. Se estima que, para mediados de octubre de 2026, al menos 31.000 niños sufrirán desnutrición en estado grave. La dieta actual en la Franja carece de productos esenciales como lácteos, huevos, carne, pescado, frutas y verduras frescas. El mercado local se ha visto reducido a la venta de pan y productos procesados con altos contenidos de sodio y azúcar.

“El hambre y la desnutrición causan múltiples daños físicos al organismo de los niños y niñas. Pero los efectos no son solo a corto plazo. Estas consecuencias amenazan el tejido mismo de la sociedad para las generaciones venideras”, señalan portavoces de organismos de protección infantil.

A este oscuro panorama se suma el inicio del invierno, que incrementa el riesgo de enfermedades como neumonía, sarna, diarrea e hipotermia. La falta de nutrientes debilita el sistema inmunológico de los menores, impidiendo que sus cuerpos regulen la temperatura frente al frío inclemente.

Divergencias en las cifras oficiales

Por otro lado, el Gobierno de Israel ha manifestado su rechazo categórico a las conclusiones del reporte. Las autoridades israelíes sostienen que los datos del organismo están “deliberadamente distorsionados” y no reflejan el flujo real de suministros. Según su portavocía, diariamente ingresan entre 600 y 800 camiones, de los cuales el 70% transporta alimentos, una cifra que consideran cinco veces superior a los requerimientos estimados por la propia IPC.

A pesar de estas discrepancias, las agencias en el terreno coinciden en que la Franja de Gaza sigue enfrentando barreras críticas para el acceso a servicios básicos, manteniendo un estado de alerta que pone en vilo la vida de cientos de miles de familias vulnerables.

Fuente: Infobae

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