En Navidad el pavo es el rey con 70 % de consumo, pero en Año Nuevo el cerdo lo destrona

Diciembre es clave para el consumo de pavos y cerdos, que tienen sus picos de demanda más altos del año. Tienen dinámicas diferentes; mientras el pavo presenta un consumo estacional, el consumo del cerdo viene en un aumento sostenido a lo largo del año.

De acuerdo con Estefanía Loaiza, directora ejecutiva de la Asociación de Porcicultores del Ecuador (ASPE), en Ecuador el consumo anual per cápita de carne de cerdo es de aproximadamente 12 kilogramos por persona, mientras que el consumo de pavo es significativamente menor, con alrededor de 1 kilogramo por persona al año.

Sin embargo, comenta que en la temporada navideña se presenta una dinámica particular:

  • Durante Navidad, el consumo se inclina hacia el pavo, con una participación aproximada de 70 % pavo y el 30 % para el cerdo.
  • Para Año Nuevo, en cambio, esta relación se invierte y cerca de 70 % de consumo es de carne de cerdo y 30 % pavo, consolidando al cerdo como la proteína preferida para las celebraciones de cierre de año.

Pavos: precio de materia prima resta competitividad

De acuerdo con Diana Espín, de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), el 2025 se cierra con 20.000 toneladas de carne de pavo producidas, tomando en cuenta que aproximadamente el 90 % de la producción se comercializa entre noviembre y diciembre.

El pavo inicia su fase de producción más alta en octubre para satisfacer la demanda de noviembre y diciembre. “En Ecuador el pavo se produce durante todo el año y no solo está disponible entero sino en presas”, destaca Espín.

Además, asegura que el mercado de pavos es un segmento especializado que requiere alta capacidad tecnológica y logística de frío. En este sentido, dice que al momento existen ocho empresas productoras de pavo y más de 1.800 granjas avícolas a nivel nacional, más del 60 % en la Sierra.

Respecto a los costos de producción, la titular de Conave recuerda que en Ecuador, a diferencia del resto de países productores, está vigente desde el 2013 el Acuerdo Ministerial 134, que se refiere a la política de maíz amarrillo puro, la cual obliga a la industria a absorber el maíz nacional cuyos precios son significativamente superiores a los de los vecinos regionales, entre ellos Perú y Colombia (al menos un 40 % mayor). “Y no se diga de los precios de Estados Unidos y Brasil, lo cual genera una desventaja estructural para la industria ecuatoriana de proteína animal”, manifiesta Espín.

Así, solo una vez que se absorbe el maíz nacional, que por lo general es escaso e insuficiente, según la ejecutiva, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca aprueba cupos de importación del grano.

De acuerdo con Espín, esta disparidad y manejo político no solo encarece el alimento balanceado, que es un insumo indispensable para la producción, y eleva el costo final de la carne de pollo y pavo; sino que le resta competitividad al sector nacional frente a vecinos que acceden al grano a valores internacionales más bajos y de mejor calidad.

“Lo anterior, no solo perjudica el accionar de la industria avícola nacional; sino que pone en riesgo la exportación de carne de pollo; contradiciendo así la política aperturista del actual Gobierno”, advierte.

Ecuador es exportador de carne de pollo desde mayo del 2022.

Cerdos: se ha logrado contener los costos de producción

La situación es distinta en el caso de la industria porcícola. Además, la carne de cerdo se ha consolidado como la tercera proteína más importante.

La directora de la Asociación de Porcicultores del Ecuador, Estefanía Loaiza, afirma que durante este año se ha registrado una mejora en el acceso a materias primas a costos más razonables, lo que ha permitido contener los costos de producción.

Para la dirigente, este factor —sumado a una mayor oferta de carne de cerdo en el mercado— ha generado una tendencia a la estabilidad e incluso reducción de precios para el consumidor final. “En términos generales, este escenario ha favorecido tanto a productores como a consumidores, al permitir una oferta más competitiva y accesible en el mercado nacional”, analiza la representante de ASPE.

En este contexto, comenta que para esta temporada de diciembre, la producción porcina nacional ha mostrado un crecimiento estimado del 4 % al 5 % en comparación con el mismo periodo de 2024. Mientras que en ese año 2024 se registraba una producción aproximada de 18.000 toneladas métricas mensuales, en este 2025 esta cifra ha aumentado a alrededor de 19.200 toneladas métricas mensuales.

Asegura que este crecimiento responde a una mejor planificación productiva, una mayor estabilidad en el acceso a materias primas y una demanda sostenida de carne de cerdo en el mercado nacional. Revela que los cortes más demandados en esta época son piernas, brazos, costillares, chuletas, así como los productos de la industria de embutidos, que tienen un alto consumo en las celebraciones de fin de año.

A diferencia de otros sectores, como el avícola, la porcicultura no basa su abastecimiento en la congelación, sino en una planificación productiva anticipada. Las empresas porcinas se preparan con tres y cuatro meses de anticipación, organizando los ciclos reproductivos de las cerdas e incrementando el número de partos, con el objetivo de contar con animales en el peso óptimo y carne fresca para atender la alta demanda de la temporada navideña y de fin de año.

Para lograr estos resultados, en el país existen aproximadamente 166.000 productores porcinos, entre pequeños, medianos y grandes, lo que para Loaiza evidencia que todo el sector está directamente involucrado en la producción. Estos productores mantienen un inventario cercano a 3,2 millones de cerdos, generando una producción anual aproximada de 230.000 toneladas métricas de carne de cerdo.

El pollo es el rey en todo el año y también crece en demanda

Al tomar en cuenta el consumo de todo el año, hay una realidad irrefutable: el pollo es el rey indiscutible, según la representante de Conave. Su consumo per cápita se sitúa entre 29 kg por persona al año.

En relación a la producción de carne de pollo, Espín señala que ocurrió un incremento considerable del 7 %, en comparación del 2024. “El 2025 lo cerraremos con 565.000 toneladas de carne de pollo faenadas (2024: 525.000 toneladas)”.

Y explica que el pollo se produce en cantidades similares durante todo el año, contemplando que Ecuador desde el 2022 es exportador de carne de pollo, y solo durante el 2025 se exportaron 1.843 toneladas.

Fuente: El Universo

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