EE.UU. plantea desarme parcial de Hamás para asegurar la paz en Gaza

En un giro dentro de las negociaciones diplomáticas para la región, el gobierno de Estados Unidos ha puesto sobre la mesa una propuesta estratégica que busca transformar el panorama de seguridad en la Franja de Gaza. El secretario de Estado, Marco Rubio, señaló que Washington no descarta la posibilidad de que Hamás conserve una parte de su armamento, siempre que este no represente una amenaza directa para la estabilidad de Israel en el futuro.

Seguridad y prevención de nuevos ataques

El enfoque principal de esta nueva visión estadounidense radica en la desmilitarización selectiva. Según las declaraciones de Rubio, el objetivo fundamental es que el grupo islamista no posea la capacidad de repetir tragedias como la del pasado 7 de octubre. “No puede existir un Hamás que amenace a Israel en el futuro. Si pueden hacerlo, no habrá paz”, enfatizó el jefe de la diplomacia norteamericana, subrayando que la eliminación de cohetes y armamento pesado es crucial para evitar nuevas escaladas de violencia.

Obstáculos para la reconstrucción de Gaza

Uno de los puntos más críticos discutidos es el financiamiento internacional para levantar el enclave palestino tras los enfrentamientos. Washington advirtió que la comunidad internacional difícilmente invertirá recursos en una zona que corre el riesgo de ser destruida nuevamente si estalla un nuevo conflicto. La seguridad se presenta, entonces, como un requisito económico indispensable para el desarrollo de la zona.

Eje de la Propuesta Objetivo Principal
Desarme Parcial Eliminar únicamente el armamento que amenace a Israel.
Fuerza Internacional Supervisar la desmilitarización y evitar el rearmamento.
Autoridad Temporal Gestionar la transición hacia una administración civil.

Un proceso de verificación estricto

Para que este plan se concrete, se requiere el consenso de los aliados regionales y, primordialmente, la aceptación de Israel. El plan contempla la creación de una fuerza internacional de seguridad que tendría la tarea de desmantelar la infraestructura militar subterránea y neutralizar el equipo bélico ofensivo. Este proceso sería supervisado por una autoridad temporal encargada de verificar que no se reconstruyan capacidades de ataque.

A pesar de que el alto el fuego pactado en octubre permitió la entrega de rehenes y el cese de hostilidades a gran escala, la situación en el terreno sigue siendo sumamente frágil. Para Estados Unidos, reducir sustancialmente el poder de fuego de Hamás es el único camino viable para que los sectores productivos y los gobiernos extranjeros apuesten por una paz sostenible y la reconstrucción definitiva del enclave.

Fuente: Infobae

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