La Unión Europea se encuentra en un momento decisivo en Bruselas. El bloque regional busca concretar una estrategia financiera que permita sostener la economía de Ucrania mediante el uso de los activos rusos inmovilizados por las sanciones internacionales. Sin embargo, la propuesta ha generado tensiones internas, especialmente con Bélgica, país que alberga la sede de Euroclear, donde se custodia la mayor parte de estos recursos.
El millonario fondo de reparación
La iniciativa principal que se discute en la cumbre europea contempla la creación de un mecanismo financiero respaldado por unos 90.000 millones de euros. Este capital se considera estratégico para garantizar que el gobierno de Kiev pueda operar y financiar su reconstrucción durante los próximos 24 meses, ante la prolongada ofensiva militar de Rusia.
| Concepto | Detalle |
|---|---|
| Monto estimado | 90.000 millones de euros |
| Origen de fondos | Activos rusos congelados |
| Destino | Estabilidad económica de Ucrania |
| Plazo previsto | Próximos dos años |
El jefe del gobierno belga, Bart De Wever, ha manifestado sus reservas sobre la implementación de este plan. La preocupación central radica en los riesgos legales y las posibles represalias judiciales que Moscú podría emprender contra el Estado belga y las instituciones financieras con sede en su territorio. Por ello, la Comisión Europea mantiene negociaciones técnicas intensas para diseñar un esquema de protección jurídica que blinde a las autoridades de Bruselas.
Búsqueda de consenso y seguridad legal
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha enfatizado que la prioridad es alcanzar una fórmula que brinde «máxima seguridad para Bélgica». Para lograrlo, los equipos técnicos trabajan en dos vías paralelas:
- Validación legal: Confirmar que el uso de los intereses generados por los activos rusos cumpla con el derecho internacional.
- Garantías específicas: Crear cláusulas de resguardo para los países miembros con mayor exposición ante futuros litigios.
Desde la perspectiva de los Veintisiete, la aprobación de este préstamo es una prioridad absoluta para evitar el colapso financiero ucraniano. No obstante, la falta de un consenso unánime refleja las visiones divergentes sobre cómo repartir las responsabilidades y los riesgos fiscales.
«La arquitectura legal del acuerdo debe ser sólida para no exponer injustamente a la Unión Europea a demandas internacionales»
, señalan fuentes diplomáticas cercanas a la negociación. Finalmente, el éxito de la cumbre dependerá de la flexibilidad de la Comisión Europea para integrar las demandas de seguridad de socios clave como Bélgica en el documento final.
Fuente: Infobae