En una reciente actualización sobre el panorama comercial internacional, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reveló que la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, solicitó formalmente un aplazamiento en la firma del esperado acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Según detalló el mandatario desde Brasilia, la jefa de Estado italiana busca ganar margen político para consolidar el respaldo interno ante las crecientes críticas de sectores productivos.
Meloni habría expresado que su administración no se opone al pacto, sino que enfrenta un escenario complejo debido a las intensas protestas del sector agrícola italiano. «Si podemos ser pacientes una semana, diez días o, como máximo, un mes, Italia respaldará el acuerdo», habrían sido las palabras de la funcionaria europea durante una comunicación telefónica con el líder brasileño.
Un tratado histórico en vilo
Este nuevo obstáculo surge en un momento crítico, justo antes de la cumbre programada para este sábado entre los líderes de Sudamérica y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El tratado, que ha estado en negociación por más de 26 años, buscaba ser ratificado finalmente este fin de semana bajo el liderazgo de Lula, quien ostenta la presidencia temporal del bloque sudamericano.
| Actor Clave | Postura / Situación |
|---|---|
| Brasil (Lula) | Prioridad política y deseo de firma inmediata. |
| Italia (Meloni) | Pide una prórroga de hasta un mes por presión agrícola. |
| Francia | Mantiene reservas y promueve el aplazamiento del tratado. |
| Sector Agrícola | Rechazo masivo con movilización de 8.000 manifestantes. |
A pesar de que el Parlamento Europeo aprobó recientemente medidas de salvaguardia para proteger a las empresas del bloque, tanto Francia como Italia han liderado un bloque de resistencia dentro de la comunidad europea. El argumento principal de Roma y París es la necesidad de realizar un análisis más exhaustivo sobre el impacto que tendría la apertura de mercados en los productores locales.
«El gobierno italiano firmará el acuerdo tan pronto como se den las respuestas necesarias a los agricultores», señala el posicionamiento oficial del Palacio Chigi ante las exigencias de la Comisión Europea.
Mientras las negociaciones diplomáticas continúan, la tensión en las calles de Europa se intensifica. Cerca de 8.000 personas, apoyadas por columnas de tractores, se han movilizado para denunciar los posibles efectos negativos del acuerdo y los recortes en la Política Agraria Común (PAC). Para el presidente Lula, el éxito de este convenio sigue siendo un objetivo central, aunque ahora depende de la capacidad de Meloni y otros líderes para calmar las aguas en sus respectivos países y sectores productivos.
Fuente: Infobae